El alcalde no cede y decide contratar una empresa externa de basura

Confiando en «una reacción sensata» de los sindicatos y de los trabajadores que ponga fin a una huelga que a su juicio es «excesiva e injustificada», De la Torre aseguró que cuando se retome el diálogo se mantendrán sobre la mesa todos los puntos del preacuerdo perfilado la noche del domingo, salvo la anulación del millar de sanciones impuestas en enero por bajo rendimiento y la posibilidad de los empleados que la mañana del 18 de enero protagonizaron un paro sin previo aviso puedan recuperar el dinero descontado trabajando un sábado que les toque librar.

En este sentido, el alcalde fue más allá y garantizó que, a diferencia de lo ocurrido en anteriores conflictos, cuando acabe el paro y haya que retirar toda la basura acumulada para devolver la ciudad a la normalidad los trabajadores no serán compensados con dobles turnos para que las jornadas de huelga secundadas se computen como descanso y así no perder los entre 80 y 100 euros diarios que la empresa tendría que descontarles. «Evidentemente, no. Los malagueños no lo entenderían y sería alimentar conflictos futuros, por lo que es algo innegociable», remarcó.

Un paso al frente dado ayer por De la Torre después de una larga reunión con su equipo que también contó con el respaldo explícito de su socio de investidura, Ciudadanos. Su portavoz, Juan Cassá, destacó «el esfuerzo y la buena voluntad del equipo de gobierno del PP», pidió «responsabilidad» a los trabajadores e hizo un llamamiento al resto de la oposición (PSOE, Málaga Ahora e IU-Málaga para la Gente) para «estar unidos y hacer frente común ante una situación grave». Además, el líder de la formación naranja también aprovechó para criticar que los socios privados de Limasa (FCC, Urbaser y de forma más residual Sando y Unicaja) «se han borrado completamente del problema» Precisamente al ser cuestionado por este asunto, De la Torre los dejó fuera del conflicto al justificar que «para bien o para mal, la política en materia salarial la marca el Ayuntamiento porque es como si fuera una empresa municipal».

Negociación enterrada

Al margen de los episodios de tensión registrados, el rechazo de los trabajadores al preacuerdo que Ayuntamiento y sindicatos perfilaron la madrugada del lunes ha supuesto un punto de inflexión en la negociación. O más bien, la ha enterrado de forma indefinida porque si en el Consistorio aseguran que no van a dar ni un paso más, en el seno de la plantilla se extiende la idea de mantenerse firmes e ir a por todas con la Semana Santa en el horizonte. El primer aperitivo será este fin de semana, con una docena de traslados por las calles del Centro.

En vista del panorama que se presenta, Limasa ha vuelto a pedir formalmente a la Junta de Andalucía un incremento de los servicios mínimos (actualmente fijados en un 50% en el Centro; un 40% en los barrios y el 100% en el entorno de centros sanitarios, colegios y mercados), aunque a falta de una respuesta oficial por parte de la Dirección General de Relaciones Laborales, desde la Consejería de Empleo ya avanzan que no tiene previsto aumentarlos si no hay problemas de salubridad. En este sentido, el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, consideró que la solución pasa por que se cumplan los servicios mínimos.