Secciones
Servicios
Destacamos
FRANCISCO GUTIÉRREZ* fgutierrez@diariosur.es
Martes, 1 de marzo 2016, 11:17
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Adolescentes con las ideas muy claras. Seguros de lo que quieren y dispuestos a trabajar y esforzarse para conseguirlo. Jóvenes brillantes, alegres y eufóricos. No es para menos. Han sido seleccionados entre los casi 8.000 solicitantes de una beca de la Fundación Amancio Ortega (el dueño del imperio textil Inditex, con marcas como Zara) para pasar un año estudiando en un colegio de Estados Unidos o Canadá.
La convocatoria de SUR para reunirlos en el Palmeral de las Sorpresas el sábado pasado fue la ocasión para conocerse en persona, aunque por las redes sociales, WhatsApp o correo electrónico llevan 'hablando' desde que se dieron a conocer los resultados de la selección. Parecían amigos de hace tiempo. Incluso quedaron para comer antes de hacerse las fotos, y después siguieron en Muelle Uno. Tenían mucho de lo que hablar. Emociones, inquietudes y temores que compartir. Pero, por encima de todo, se les veía tremendamente felices: el sueño americano de todos ellos se harán pronto realidad, a finales de agosto, cuando viajen a Estados Unidos o Canadá para estudiar allí, en una 'high school' grado once, el equivalente a primero de Bachillerato. Pero también convivirán con una familia, conocerán las costumbres y la cultura de unos países que les encandilan.
De los 20 becados de Málaga, acudieron a la cita con SUR Desirée Vázquez y Ana García, de Álora; María Ruiz y Amalia Medina, de Fuengirola; Noelia Vela, de Benalmádena; Ángeles Rueda, de Alozaina y María Gómez, Nacho Serrano, Clara Martín, Ángela Gutiérrez, Iván Durán, José Ramón Suárez y Javier Arenas, de Málaga. No pudieron estar para la foto Marta Mora, de Estepona, e Irene López, de La Cala.
Para la mayoría será su primer viaje fuera de España. Todo un curso alejados de su familia y amigos se hará duro. Pero ver cumplido un sueño largamente acariciado bien merece ese sacrificio.
Se han otorgado 500 becas para toda España -aunque 80 reservadas a estudiantes de Galicia, la tierra natal de Amancio Ortega-, repartidas entre USA y Canadá. De las 420 becas para el resto de España, 85 han sido para estudiantes andaluces, y de ellas, 20 para malagueños.
Buen expediente académico y mejor nivel de inglés. Han sido los principales requisitos, además de la valoración de la renta familiar, a la hora de otorgar estas ayudas. Los solicitantes también tuvieron que pasar un examen escrito y otro oral.
Los resultados de la selección se dieron a conocer el pasado día 26 de enero, y algunos reconocen que aún no lo han asimilado. «Hace más de dos semanas desde que recibí la noticia pero aún sigo un poco en 'shock'. Me cuesta asimilar que la ilusión que tenía hace unos tres meses se haya materializado; es un sueño hecho realidad», asegura Nacho Serrano, que estudia en las Teresiana y se irá a Canadá.
Seguridad
A la hora de realizar la solicitud tenían que elegir entre EE UU y Canadá. Y hay casi un empate: 8 van a Canadá y 7 a USA. Irene López eligió Canadá haciendo un ejercicio de probabilidades: «pensé que tendría más posibilidades porque casi todos los compañeros que también se apuntaron a la beca me decían que elegirían USA». Pero el tema de la seguridad también fue muy valorado por los alumnos y sus familias. «Prefiero sitios tranquilos a grandes ciudades llenas de tráfico», sostiene Desirée; «los Estados Unidos no me inspiran mucha confianza», dice José Ramón. «A mi padre no le convencía EE UU por el tema de las armas y la inseguridad, así que me informé y nos convenció la idea de Canadá», según Nacho.
Nuevas experiencias es lo que busca Javier Arenas en EE UU, un país que le parece «más atractivo, sobre todo porque hay mucha afición al deporte que yo practico, el atletismo». Ana García sueña desde pequeña con Estados Unidos, «un país con una gran diversidad multicultural. Además, ya he estado allí y me han encantado el estilo de vida, todas las personas que conocí y la manera que tienen de enseñar». También Ángela conoce EE UU, gracias a la beca Unicaja. «Estados Unidos es para mí un lugar de ensueño, ya había empezado a ahorrar para ir allí». Por esto, conocer que había sido seleccionada «ha sido uno de los momentos más intensos y únicos que he vivido». A Amalia le parece un país «lleno de oportunidades y de lugares encantadores». María tiene interés por ir a EE UU desde que hace unos años conoció la historia de una chica que se fue a USA a estudiar y hoy es una gran bailarina. Cuando el año pasado supo de la beca FAO, «me centré en sacar buenas notas y en mejorar mi nivel de inglés». Hoy «sigo sin creérmelo, pero estoy orgullosa de mí misma porque me lo he ganado yo sola».
Adolescentes maduros
Los chicos y chicas dan muestra de una gran madurez, a pesar de sus 15 años. Hablan entre ellos de música, de cine, de libros y de las estrellas del cine que les apasionan, la mayoría, claro está, americanos. Y de los deportes que podrán practicar allí, en Estados Unidos o Canadá. Y del frío (-19ºC en Winnipeg, la ciudad canadiense donde irá José Ramón).
Pero ni el frío, ni la distancia hacen mella en el ánimo de los jóvenes. Su ilusión, sus ganas por ser protagonistas de su futuro, les ayudan a superar todos sus temores. Que los tienen, ¿cómo no? «Siendo sincera, un poco de miedo sí da, pero prefiero pensar en lo bien que me lo voy a pasar antes que en lo mucho que voy a echar de menos Málaga, mi familia y amigos», afirma Marta Gómez. «Es normal que estemos asustados con lo que nos podamos encontrar allí, pero es lo mejor que nos ha podido pasar», añade Clara. Pero Iván no está ni asustado ni nervioso. «Tengo muchísimas ganas de irme y conocer mundo» y, con una gran visión de futuro se pregunta «¿quién se queda en España en estos momentos?».
La distancia, estar separados de sus familias y amigos, les hará apreciar y valorar todo lo que ahora tienen. Así lo piensa Noelia, que espera que este viaje le ayude a mejorar su inglés pero sobre todo «a madurar un poco y aprender a apreciar más los pequeños momentos, que muchas veces se nos olvida hacerlo y no disfrutamos tanto como podríamos». Ángeles de momento no está nerviosa. Lo deja para más adelante. Ahora lo que siente es «incertidumbre, porque cuando llegue allí no sé lo que me voy a encontrar. Aún así, tengo muchas ganas de ir». Estos diez meses lejos de su familia servirán a Marta Mora para «conocerme mejor a mí misma. La experiencia que voy a vivir será única y la pienso disfrutar», advierte.
Saben que la alegría y emoción de ahora se convertirá en nervios y lágrimas a la hora de tomar el avión. Pero se consideran suficientemente preparados y motivados para la gran aventura de su vida.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El cántabro que inventó la Vuelta
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.