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La Fiscalía mantiene las acusaciones para los cinco guardia civiles procesados por una trama de narcotráfico

La vista oral comenzó el 14 de octubre y desde entonces, se han celebrado casi 40 sesiones

EUROPA PRESS

Miércoles, 10 de febrero 2016, 21:55

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La Fiscalía de Málaga ha mantenido las acusaciones contra los procesados, entre ellos varios guardias civiles pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), por participar en una supuesta trama de narcotráfico. Igual ha hecho el abogado que representa a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

La Sección Segunda de la Audiencia de Málaga ha acogido este miércoles una nueva jornada del juicio a 35 personas, entre ellas cinco guardias civiles, que entra en la fase de informes finales. La vista oral comenzó el 14 de octubre y desde entonces, se han celebrado casi 40 sesiones.

Entre los acusados está un teniente de la Guardia Civil, exjefe del EDOA, así como otros cuatro agentes. No se ha juzgado, por encontrarse en paradero desconocido, a otro miembro de dicho grupo del instituto armado, el principal procesado, que fue declarado en rebeldía tras no comparecer en la primera sesión.

El fiscal ha sostenido en su informe final que ha quedado demostrado a lo largo del juicio que "estamos ante una actuación coordinada o dirigida por un grupo de guardias civiles del EDOA", encabezado por el teniente, entonces jefe, en la que se producía "un intercambio de información sobre operativos de drogas".

Ha señalado que el objetivo "era obtener beneficios, económicos o profesionales"; mientras que los informantes también lograban réditos, ha dicho, en unas ocasiones con diversas cantidades de drogas y en otras logrando que estos agentes del EDOA hicieran "la vista gorda" en determinados operativos.

El responsable del área Antidroga de la Fiscalía malagueña ha señalado que algunos de los acusados "alardeaban de trabajar bajo el amparo del EDOA". Asimismo, ha mostrado el convencimiento de que tanto el teniente como el agente fugado "actuaban conjuntamente" y el primero "era parte del sistema de trabajo" del segundo.

El fiscal ha realizado algunas modificaciones de su escrito de acusación inicial, como el cambio en el tipo de delito de revelación de secreto que se le imputaba al exjefe del EDOA; lo que supone una rebaja en ocho años en la pena de prisión solicitada inicialmente, con lo que se quedaría en 26 años y medio de cárcel.

El ministerio público acusa a este exjefe del EDOA de los delitos de cohecho, contra la salud pública, asociación ilícita, malversación, robo con intimidación, falsedad documental, revelación de secreto o encubrimiento; al vincularlo con el desarrollo de varias operaciones de droga.

Deducción de testimonio

Además, la Fiscalía pide aplicar la atenuante de drogadicción a varios procesados y que se abra una causa para investigar un posible falso testimonio de dos personas, una de ellas un guardia civil. Entre los acusados está el exmarido de Lucia Garrido, mujer encontrada muerta en 2008 en la piscina de su casa, al que se le acusa de tráfico de drogas y que se enfrenta a cuatro años de cárcel.

En su escrito inicial, al que tuvo acceso Europa Press y ahora elevado a definitivo, el fiscal exponen 16 hechos delictivos y describe varias operaciones contra el narcotráfico en Málaga y en Marbella, en las que habrían tenido alguna participación los agentes del instituto armado y varios presuntos narcotraficantes acusados.

En algunos casos, según se desprende de las intervenciones telefónicas que para el fiscal "no tienen elementos de invalidez", contactaban con personas que iban a robar alijos de drogas y habrían acordado un operativo para que esos contactos se quedaran con parte del cargamento.

Además, según la Fiscalía, los agentes colaboraban con personas vinculadas supuestamente a redes que introducían droga desde Marruecos, dando "cobertura y seguridad", mientras que, respecto al teniente, señala que tenía contactos con confidentes y lo acusa de que supuestamente les avisaba de investigaciones de otros cuerpos.

La acusación popular, en representación de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), personada por primera vez en una causa contra miembros de la institución, acusa, además, a un capitán de la Guardia Civil, al que, sin embargo, no ha incluido la Fiscalía malagueña.

El exjefe del EDOA negó en su declaración haber colaborado con operaciones de narcotráfico y aseguró que cumplió con las leyes y con sus obligaciones en las investigaciones contra el tráfico de drogas en las que participó, rechazando, igualmente, que cometiera cualquier tipo de irregularidad en su actuación.

Este acusado declaró que es "rotundamente falso" que, como dice el fiscal, contactara con confidentes para que acudieran a un alijo de droga en la zona de Guadalmar de Málaga, en el que se había dispuesto un operativo de la Guardia Civil, para que se quedaran con parte del cargamento, incidiendo en que en esa operación cumplió "con la ley".

Negó, igualmente, que ofreciera un acuerdo a un informador. "Mi obligación era aceptar información para la lucha contra el tráfico de drogas", aseveró el procesado, incidiendo en que siempre siguió un procedimiento "legal" en cuanto a los tratos con los confidentes. Dijo que su lealtad "la tengo muy clara" para con los compañeros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y no con los informadores.

Sobre otro desembarco de droga, esa vez en Marbella, insistió en que "en ningún momento" se permitió perder de vista la droga ni se dio oportunidad de robarla. Asimismo, negó que diera informaciones a confidentes de las investigación contra ellos y explicó que incluirlos en las bases de datos era para "evitar ser manipulado" por éstos.

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