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Las dos águilas, desde hace tiempo, sobrevuelan distintos sectores de la ciudad
Dos águilas hacen su nido de amor en Málaga

Dos águilas hacen su nido de amor en Málaga

Los ejemplares perdidos de sus dueños anidan en el Camino de Antequera, donde ayer hirieron a dos vecinos

José Manuel Alday

Miércoles, 10 de febrero 2016, 01:40

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Parece un cuento o una leyenda urbana improbable, pero ya se sabe que la realidad supera la ficción. Las dos águilas que desde hace tiempo sobrevuelan distintos sectores de la ciudad tras escapar de sus dueños se han unido, se están apareando y están montando su nido de amor en el Camino de Antequera. El instinto animal y de supervivencia ha unido a estos dos bellos ejemplares de águilas harris, muy utilizadas para la cetrería y que un día decidieron no regresar con sus amos. Desde hace unos días están juntas y se muestran muy activas construyendo un nido en un pino de la calle Ruy López, junto a varios bloques de viviendas y en las inmediaciones del colegio Alfonso X. Ayer trataron de ser capturadas después de que hirieran levemente a dos ciudadanos, una mujer que se encontraba asomada a su ventana y un hombre que caminaba por la calle.

Como sucedió hace unos días en el barrio del Perchel, donde un águila revolucionó el barrio tras devorar a una cotorra que estaba tranquilamente en su jaula en una terraza, ayer el vuelo de los dos ejemplares fue la comidilla en la zona del Camino de Antequera. Se trata de una hembra que ya llevaba tiempo en aquella zona, y de lo que ya dimos cuenta en esta sección, y de otro ejemplar macho que todo hace indicar se trata del mismo que sobrevolaba hace unos días la zona del Perchel, lugar que habría abandonado para trasladarse al Camino de Antequera junto a la otro águila.

«Llevan ya varios días con un trajín de idas y venidas hacia ese pino, donde están montando su nido», comentaba ayer Antonio, un vecino de la calle que observaba sorprendido los vuelos de la pareja. «Traen ramas e incluso se las ha visto con algún enganche metálico de maceta», afirmaba. Y es que las aves no dudan en colocarse en los balcones de las viviendas e incluso adentrarse en las terrazas, como le sucedió ayer por la mañana a María, una mujer que resultó herida en la cara a consecuencia de un zarpazo de uno de los animales. «Me he asomado al balcón y se ha abalanzado sobre mí», decía mostrando los arañazos ocasionados en su cara. «Me ha hecho sangre y por poco me salta un ojo», se quejaba con el susto metido aún en el cuerpo.

El hecho de que las águilas estén apareándose al ser esta época de cría, unido al fuerte concepto de territorialidad que tienen estas aves explicarían el grado de excitación del que por momentos hicieron gala ayer, con vuelos intimidatorios en algunos casos y escaramuzas hacia algunas personas. Como la de que fue objeto otro ciudadano que caminaba por la calle y que recibió un zarpazo en la cabeza. Tras el susto, el hombre salió de su casa portando varios paraguas para protegerse de las águilas tanto él como sus hijos, a los que iba a recoger al colegio Alfonso X, situado en las inmediaciones.

Un equipo del Seprona de la Guardia Civil, patrullas de la Policía Local y agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía acudieron a la zona ante el revuelo organizado. Estos últimos trataron de capturar a las águilas con una red, pero sin éxito al menos hasta ayer tarde.

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