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Imagen de Hererra Oria, con los pobres, en la exposición. :: sur
Herrera Oria, en el corazón de los malagueños

Herrera Oria, en el corazón de los malagueños

¿Qué tienen en común el alcalde del Málaga, el deán de la Catedral, el pregonero de la Semana Santa, una maestra rural y un vecino de Colmenarejo? Todos fueron marcados por la huella del cardenal

ALBERTO GARCÍA / ANA MARÍA MEDINA

Jueves, 11 de febrero 2016, 10:55

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ArsMálaga Palacio Episcopal clausura el próximo domingo, 14 de febrero, la exposición 'Herrera Oria, su tiempo y su obra', que ha recibido miles de visitantes. Esta muestra ha vuelto a poner sobre la mesa la vida y obra del que fuera obispo de Málaga y cardenal de la Iglesia Católica. Su figura ha tenido una profunda impronta en la vida de malagueños ilustres y, también, de desconocidos. Todos ellos vieron transformada su existencia por la mano de Herrera Oria.

Francisco de la Torre Alcalde de Málaga

Cursó sus estudios universitarios en el Colegio Mayor Pío XII

«Quiero recordar la contribución de Don Ángel a la educación mediante más de 200 escuelas rurales que alfabetizaron y formaron a decenas de miles de personas en la provincia y subrayar lo que, a mi juicio, constituye su mayor legado: la creación de conciencia social y su extensión a través de las instituciones educativas que impulsó, cuya misión es perpetuarla de generación en generación.

Tener conciencia social supone adquirir un compromiso: hagamos cada uno por la mejora y la transformación de nuestra comunidad lo que está en nuestra mano, en la medida de nuestra posibilidad y responsabilidad. Mi actual dedicación es la política, cuyo sentido para mí no es otro que contribuir al bien común y al interés general, con especial atención a aquellos que más necesidades tienen. Es algo que aprendí e interioricé entre 1961 y 1965, en aquel colegio mayor y en los cursos del Instituto Social León XIII, que fue Facultad de Sociología de la Universidad Pontificia de Salamanca».

Antonio Guadamuro Periodista

El pregonero de la Semana Santalla vivió la entrada del cardenal en Málaga

«Con siete años y de la mano de mi abuelo Juan, nos desplazamos hasta Fuente Olletas para presenciar su llegada» recuerda con nostalgia. «A lo largo de los años coincidí en varias ocasiones con el Obispo, como parte de Acción Católica, y participé en muchos actos en el Palacio Episcopal». Recuerda a Don Ángel como «una persona afable, cercana y un buen pastor». Este periodista guarda un importante archivo sonoro del cardenal, y tuvo la ocasión de entrevistarlo meses antes de su fallecimiento. «Su obra y su figura son inolvidables y en su tumba, en la capilla de San Rafael, nunca faltan flores ni velas».

Silveria González Maestra rural

Llevó la educación al ámbito de las aldeas siguiendo el ejemplo de Herrera Oria

Silveria visita la exposición del Palacio Episcopal, narrándonos sus vivencias personales con el obispo de Málaga. Lo hace con la mirada fija en uno de los bustos de Don Ángel. Emocionada, destaca la gran labor humana que este obispo realizó por la alfabetización de los habitantes de las aldeas rurales de Málaga. «Don Ángel permitió la educación de más de 30.000 niños malagueños que estaban sin escolarizar. Como profesoras, Don Ángel nos decía que teníamos que ser las mejores, y estar allí donde más nos necesitaban. Si volviese a nacer, volvería a ser profesora, y eso es gracias a él».

Antonio Jiménez Alumno de la escuela de Colmenarejo

La obra del obispo permitió su formación académica y la de sus hijos

Estudió albañilería en las escuelas rurales, antes de marcharse a trabajar al extranjero. A su regreso, recibió clases en el turno nocturno, junto a los niños que no podían acudir a la escuela por la mañana. Recuerda con cariño a las profesoras, en especial Silveria González, Ana María Matute o Rosarito Páez. «Ellas aportaron a mis tres hijos la primera enseñanza, la enseñanza clave. En cada colegio al que iban nos decían que estaban muy bien preparados, gracias a la enseñanza recibida en las Escuelas Rurales. Hoy tienen títulos universitarios».

Alfonso Fernández-Casamayor Deán de la Catedral

Cursó sus estudios en instituciones universitarias creadas por don Ángel

«Herrera Oria está en el fondo de mi vocación sacerdotal y lo que él significa fue el preámbulo de lo que más tarde descubrí gracias al seglar Guillermo Rovirosa y al sacerdote Tomás Malagón. Ellos me trasmitieron lo que constituyó el eje y el nervio de mi vida sacerdotal. Don Ángel Herrera había sido el creador de CEU en Madrid y Colegio Mayor Universitario Pío XII, lo cual me deparó la ocasión de conocer mejor al que entonces era mi obispo. Desde entonces hasta su muerte seguí muy de cerca y con gran admiración su vida y magisterio».

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