Otro bandazo del Ayuntamiento reabre la guerra del metro con la Junta de Andalucía

El metro se ha convertido en un asunto de largo recorrido en los debates políticos. Más allá de la negociación de trazados, plazos y presupuestos, la postura del Ayuntamiento en relación con el trazado del suburbano a la zona del Hospital Civil ha reabierto otro enfrentamiento con la Junta de Andalucía en relación a este aspecto concreto del proyecto. Así se materializó ayer en el pleno municipal, donde un nuevo bandazo del equipo de gobierno que preside Francisco de la Torre ha vuelto a poner la sobre la mesa el enquistamiento de una negociación a varias bandas que incluye al alcalde y al Gobierno regional y que, a pesar de este nuevo debate, ya se firmó con el acuerdo de las partes en un protocolo de intenciones en noviembre de 2013.

Ahora, la discusión vuelve al punto muerto por el sí del alcalde a una moción que presentó ayer el grupo de Ciudadanos para que se estudie la posibilidad de llevar el metro al PTA en lugar de al Hospital Civil, ya que a juicio de los tres ediles de la formación naranja este último proyecto «carece del consenso ciudadano».

La propuesta de que el trazado llegue a la tecnópolis no es nueva, de hecho tampoco es la primera vez que se discute en la sala de plenos. Tampoco lo es el cambio de criterio del alcalde una vez que parecía zanjado el asunto y que incluso medió un compromiso por su parte: así lo ratificó el pasado mes de noviembre, tras una reunión con el consejero de Fomento de la Junta, Felipe López, donde ambos pactaron buscar el apoyo vecinal para que el metro al Civil fuera «una realidad».

Por eso la votación a favor del equipo de gobierno al punto de la moción de Cs en la que se insta al «Ayuntamiento y a la Junta a sentarse a negociar con el BEI (Banco Europeo de Inversiones) para cambiar el destino de la inversión para que del proyecto al Hospital Civil se pase a prolongar la línea 1 del metro hasta el PTA» ha vuelto a abrir la caja de los truenos. En una estrategia que algunos consideran un golpe de mano en la sombra para no dejar morir esta opción y hacer pasar sus propias posiciones como las de Cs y los vecinos de la zona, la postura del alcalde sigue alimentando el debate, y con él la polémica.

El cambio de criterio del regidor ante un asunto que parecía cerrado tuvo una contestación contundente y casi inmediata por parte de la Junta de Andalucía. En concreto, el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, se refería de forma clara a que los cambios del Ayuntamiento sobre el metro «pueden conducir al proyecto a la inseguridad jurídica, la desconfianza y la insolvencia económica». En declaraciones a SUR, Ruiz Espejo mostró su desconcierto por que «el alcalde diga una cosa diferente cada dos meses» y que siga insistiendo en llevar el metro al PTA «cuando el Ministerio de Fomento está estudiando la prolongación del cercanías a este espacio tecnológico». Y añadía: «El Consejo de Administración ya advirtió que el BEI había aprobado el trazado del metro de la Alameda y el Hospital Civil de manera concreta, y que variar eso es variar todas las circunstancias del proyecto, por eso nos parece que se están asumiendo muchos riesgos».

«Vamos a seguir trabajando»

Consciente de que quizás la cuerda corre el riesgo de romperse, el alcalde quiso ayer dejar constancia antes de la votación en pleno que «nosotros vamos a seguir trabajando por ese consenso entre los vecinos en el proyecto del Metro al Hospital Civil». «Quiero que eso conste en acta independientemente del resultado de la votación», dijo el primer edil poco antes de que él mismo, sus concejales y los tres ediles de Cs pulsaran el botón de a favor para que se negocie con el BEI que el suburbano vaya al PTA en lugar de al Civil. Los dos representantes de Málaga para la Gente-IU votaron en contra porque a juicio de su portavoz, Eduardo Zorrilla, «hay que cumplir el calendario y hay vecinos que sí lo quieren»; mientras que los concejales de Málaga Ahora se abstuvieron. Curiosamente también lo hicieron desde las filas socialistas, a pesar de los reproches y advertencias que Daniel Pérez le hizo al alcalde: «Supongo que será consciente de que si no cumplimos lo firmado habrá que pagar a la concesionaria», le recordaba.

De la Torre no esquivó el aviso del edil socialista, y le recordó que él mismo se encargó de llamar al BEI a finales de verano para exponer su sugerencia. Sin aportar más detalles, el regidor dijo que su conclusión tras la conversación era que «la posibilidad de cambio no estaba cerrada».

A pesar de que sí fue el más polémico, ese punto de la moción no fue el único sobre el metro. En concreto, Cs logró el respaldo unánime de toda la corporación a que «la Junta y el Ayuntamiento se sienten en futuros proyectos con los vecinos afectados para tener en cuenta su opinión»; mientras que la disparidad de criterios volvió a hacerse patente con el último punto, donde se instaba a poner en marcha para el Civil una línea de alta capacidad de autobuses si no prospera el metro: PP, Cs y Málaga Ahora votaron a favor, Málaga para la Gente en Contra y los socialistas, de nuevo, se abstuvieron.