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Jesús Hinojosa
Viernes, 27 de noviembre 2015, 00:40
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Tras casi dos décadas de trámites y procesos previos de expropiación y realojo de vecinos, el proyecto para construir un tramo de avenida de 400 metros que conectará Teatinos con El Cónsul, prolongando la avenida de Jorge Luis Borges hacia el eje de la avenida de Plutarco, ya está preparado para que la Gerencia Municipal de Urbanismo lo saque a concurso y lo adjudique a una constructora que se encargará de materializarlo. Al término del consejo rector de la Gerencia celebrado ayer, y presidido por el alcalde, Francisco de la Torre, el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, desveló que la contratación de esta actuación se iniciará en los próximos días, y se financiará con cargo al presupuesto municipal del año que viene y de 2017, ya que la obra tiene un plazo de ejecución de 18 meses.
Carriles
El responsable del departamento de Arquitectura e Infraestructuras, Javier Pérez de la Fuente, mostró a los concejales presentes en la reunión un plano con la planta de la futura avenida, que tendrá 405 metros de longitud, y una anchura media de 35 metros. Constará de dos calzadas de tres carriles cada una uno de ellos reservado para el transporte público, separadas por una mediana por la que se trazará un carril para bicicletas. De este modo, las aceras podrán tener una mayor anchura, estimada en unos cuatro metros de media.
Varias especies arbóreas, una zona de juegos infantiles, farolas y 26 báculos semafóricos completan, entre otros elementos, este proyecto, que mejorará el entorno y los accesos del colegio Pintor Denis Belgrano.
La actuación, que mantiene el eje de la avenida de José Ribera a petición de los vecinos del entorno, abarcará una superficie de 14.000 metros cuadrados. Su presupuesto es de unos cuatro millones de euros, según la información aportada en el consejo de Urbanismo, en el que De la Torre destacó que esta obra «supone la coronación de un trabajo que comenzó hace veinte años».
Para poder llegar a este punto, el Ayuntamiento ha tenido que realojar en una promoción de viviendas protegidas a las familias cuyas casas tenían que derribarse para dejar paso a la futura avenida. Asimismo, tuvo que construir un nuevo edificio para trasladar un negocio de cordelería existente en la zona, junto con la vivienda de sus propietarios, lo que supuso un coste total de casi 900.000 euros para las arcas municipales.
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