Efectos del último temporal

E l último temporal que azotó duramente el litoral malagueño dejó una serie de daños que todavía son visibles en algunos puntos de la costa malagueña, aunque se está trabajando para devolver a la normalidad las zonas más castigadas y, sobre todo, para reforzar aquellos lugares más vulnerables y donde más daño hizo el fuerte oleaje. Desde la semana pasada se viene trabajando en el refuerzo de los espigones de Pedregalejo, unas escolleras que estaban bastante deterioradas desde hace tiempo y que ya no defendían suficientemente la zona de las acometidas del mar, algo que quedó patente durante el temporal de primeros de mes, cuando las olas llegaron al mismo paseo marítimo y llenaron de arena parte del paseo. Y es que los espigones de esta zona datan de 1983 y en muchas zonas habían quedado al descubierto por los movimientos de las piedras a causa de los temporales, huecos que ahora tratan de ser cubiertos con grandes piedras para que aguanten las embestidas del mar. Pero ésta no es la única actuación en marcha, ya que se han anunciado otras para reforzar el litoral en distintos puntos de Málaga. En la capital, una de las actuaciones pendientes son los espigones necesarios para la defensa de los Baños del Carmen, que fue, junto a Guadalmar, el punto que resultó más dañado por el fuerte temporal. Una obra muy necesaria, como ha quedado reflejado tras los daños sufridos en este enclave, que está condicionada a que se aclare la situación de la concesión.

El Morlaco: desperfectos en el muro

En la zona de El Morlaco también hay unos desperfectos a la altura de la estación de bicicletas públicas allí ubicada. Se trata del muro que bordea el recinto, que presenta tres grandes bloques desprendidos y varias losetas levantadas que dejan un hueco por donde asoman las rocas. Unos desperfectos que también se produjeron a causa del fuerte temporal, según indica un lector, que advierte del peligro que pueda acarrear en un lugar que es muy frecuentado por numerosos ciudadanos que pasan por allí caminando o haciendo deporte, por lo que sería preciso que fueran reparados cuanto antes para no dar lugar a algún accidente que luego lamentaremos.

Rocas: mal olor y suciedad

A ese mismo lugar se refiere también una ciudadana, María Eugenia López, quien se queja del mal olor existente allí debido a la presencia de unos gatos y, también, de suciedad. «El olor que desprende la zona es muy desagradable y en días de corrientes de aire se extiende por la zona», señala. «Debería tenerlo en cuenta el Ayuntamiento, porque es un lugar muy hermoso que pierde todo su encanto cuando aparecen esos olores y, además, se ve la suciedad que hay esparcida entre las rocas que alguien indebidamente arroja allí».