Los motivos por los que De la Torre ahora dice 'sí' al metro en superficie hasta el Hospital Civil
El alcalde aparca de momento su exigencia de modificar el proyecto y llevar el suburbano al PTA
Ignacio Lillo
Martes, 24 de noviembre 2015, 00:48
El peligro de poner en riesgo la credibilidad y la seguridad jurídica de Málaga y sus instituciones, ante un proyecto de gran envergadura y financiación ... internacional, ha pesado más que la oposición manifestada por un centenar de vecinos. El alcalde, Francisco de la Torre, dio ayer marcha atrás en su pretensión de cambiar el destino del último tramo del metro hacia el PTA o la plaza de la Marina. Durante las próximas semanas tratará de convencer, de la mano de la Junta, a los residentes de las ventajas de que este llegue en superficie hasta los hospitales Civil y Materno, cruzando Eugenio Gross y Blas de Lezo. Así quedó de manifiesto ayer, tras dos horas de intensa reunión con el consejero de Fomento, Felipe López, y sus respectivos equipos técnicos.
En la decisión ha pesado de forma decisiva, según pudo saber este periódico, las advertencias que expresaron representantes de la sociedad concesionaria, Metro de Málaga, acerca de la necesidad de respetar el protocolo de intenciones firmado en noviembre de 2013; so pena de que la imagen de la ciudad se pudiera ver manchada como un destino poco seguro desde el punto de vista económico y jurídico.
Tanto el consejero como el alcalde coincidieron en señalar las repercusiones negativas que podría tener no ejecutar ese tramo, de cara a las instituciones «con quienes existen compromisos», en alusión a dicha empresa, al Banco Europeo de Inversiones y a los nuevos socios. López puso de relieve que en este punto es necesario demostrar que tratan «con instituciones serias y solventes» (en referencia al Gobierno andaluz y al Consistorio malagueño). Además, ante las dudas del primer edil, destacó que las previsiones de viajeros (tres millones al año)tienen rigor y están bien fundamentadas técnicamente.
Del mismo modo, De la Torre consideró que la imagen de «seguridad, solvencia y seriedad» de las instituciones no puede «quede afectada» ante las empresas que forman parte del metro. Ambos coincidieron públicamente en que, hoy por hoy, el Civil es el único escenario posible.
Curiosamente, entre hoy y mañana está prevista la firma en Madrid de la operación de venta del 39,4% de las acciones de la sociedad encargada de la explotación, al fondo de inversión australiano Macquarie Group y la sociedad de capital riesgo francesa InfraVia, por un montante, al contado, de 108 millones de euros. Tras el acuerdo de venta que se firmó en septiembre, tres de los accionistas iniciales traspasarán sus respectivos paquetes de forma conjunta: Cajamar (18,86%), Azvi (11,96%) y Sando (8,57%).
El consejero y el alcalde estuvieron de acuerdo en que se habían producido problemas de comunicación con los vecinos, especialmente por la inacción del Gobierno andaluz en los dos años que han trascurrido desde aquel acuerdo, y que ahora esperan reconducir. Para ello, acordaron la convocatoria en los próximos días de una ronda de reuniones con los residentes y con los colectivos afectados, sobre todo comerciantes, para explicarles las ventajas de esta solución de transporte y convertir el rechazo de parte de los vecinos en un apoyo, por los beneficios que supondrá para la movilidad urbana tras las obras.
En definitiva, dado que esta ronda informativa ya se contemplaba en el calendario, básicamente se mantendrá (de momento)la hoja de ruta del proyecto, tal y como estaba prevista antes de las dudas del alcalde.
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