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Juan Manuel Jiménez Arenas, en el yacimiento arqueológico de La Araña.
«No somos cazadores de tesoros, sino intérpretes de un pasado común»

«No somos cazadores de tesoros, sino intérpretes de un pasado común»

Juan Manuel Jiménez Arenas, doctor en Arqueología. El investigador y profesor dirige la excavación de Venta Micena (Orce), una labor opuesta a la «idea» que transmite el cine

Miguel A. oeste

Sábado, 29 de agosto 2015, 00:34

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Estudió en el colegio Gibraljaire, sede de una escolanía y una banda de música juvenil. La música parecía que iba a ser su forma de ganarse la vida al obtener una plaza en la Banda Municipal de Málaga. Pero Juan Manuel Jiménez (Málaga, 1968) decidió dar un giro de 180 grados a su existencia, dejando la estabilidad del funcionario para estudiar Arqueología. Hoy es un investigador reconocido, profesor titular en la Universidad de Granada, investigador asociado en la Universidad de Zurich, invitado habitual en universidades latinoamericanas. Un trabajo que le apasiona y como suele repetir: «Buceamos en el pasado para justificar y legitimar cómo somos en el presente y también para transformar la realidad».

Usted hizo al revés que la mayoría de las personas. Era funcionario y dejó su puesto para convertirse en becario universitario

Sí. La vida no debe ser entendida como un camino lineal. Obtuve una plaza de funcionario en la Banda Municipal de Málaga con 21 años. Doce años después me planteé qué futuro elegir: continuidad o cambio. Opté por lo segundo y no me arrepiento lo más mínimo.

¿Tanto le tiraba la Arqueología?

Llegué a la universidad por azar, ya con 27 años, y sin una idea preconcebida, pero pronto supe que lo que más me motivaba era la Arqueología y más concretamente la Prehistoria. Siempre me ha gustado mucho la Biología y el estudio de nuestro pasado es un inmenso campo donde participan muchas disciplinas. Esa confluencia me enganchó desde el principio.

Intuyo que el cambio fue considerable

No crea. La Arqueología, al igual que la música, es una actividad coral en la que es imprescindible el trabajo coordinado de muchísimas personas. Asimismo es una disciplina maravillosa en la que concurren muchas características que trato de aplicar a mi propia vida: compromiso, formación, disciplina y perseverancia, imaginación, rigor y humildad, puesto que trabajamos con evidencias muy fragmentarias y nuestras interpretaciones suelen ser debatidas desde el principio.

La imagen aventurera que el cine ha dado de los arqueólogos se ajusta poco a la realidad, ¿no?

Sí, al menos actualmente. A finales del siglo XVIII y durante el XIX era bien diferente. Los arqueólogos eran en su mayoría ricos diletantes ávidos de conocimiento y aventura. Y en este sentido, el personaje que más ha influido en la imagen del arqueólogo es Indiana Jones. El problema es la idea que transmite de la Arqueología. Para Indiana Jones lo fundamental son los objetos, sin importar el contexto ni los destrozos que se producen para obtenerlos. Para nosotros el objetivo debería ser recabar e integrar todos los datos posibles, porque nuestra misión es generar conocimiento a la vez que vamos destruyendo parte de la información. No somos cazadores de tesoros sino interpretes de un pasado común.

¿Con todo el suelo urbanizado en Andalucía se pueden descubrir yacimientos?

Sí, afortunadamente. Digamos que nosotros dependemos de los movimientos de tierras y las obras lo son. Existe una catalogación del suelo en función de su potencial arqueológico. De ahí que, por ejemplo, construir en el centro de Málaga implique una intervención arqueológica. Además, la legislación obliga a que el 1% del presupuesto de las obras públicas sean destinados al fomento de la investigación, rehabilitación y conservación del patrimonio histórico. Esto ha supuesto una importante inversión.

¿Málaga es un yacimiento oculto?

Por supuesto. La inmensa mayoría de las ciudades son libros de Historia que atesoran una incalculable cantidad de restos materiales que las convierten en verdaderas cápsulas del tiempo. Las distintas épocas se superponen configurando el diseño y la idiosincrasia de la ciudad y de sus habitantes. Pero este gran yacimiento que es Málaga es cada vez más visible porque diferentes instituciones privadas y públicas incorporan parte del patrimonio arqueológico a las edificaciones actuales (Librería Proteo, Museo Picasso, Hotel Vincci Posada del Patio).

Ha estado excavando los yacimientos arqueopaleontológicos de Orce, donde dirige la excavación de Venta Micena

Sí, allí he estado un mes, a más de 40° pero al frente de un equipo increíble. Los seres humanos tenemos una característica muy importante: dejamos muchas huellas de nuestra actividad. Y Orce, aunque en Venta Micena no haya rastro humano de momento, conserva otros yacimientos que están proporcionando importantes evidencias para el conocer a los humanos más antiguos de la Península Ibérica.

¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta hoy la Arqueología?

Desde mi punto de vista son tres: la creación de equipos de investigación cada vez más integrados, la búsqueda de financiación y la conexión con la sociedad para que se sienta partícipe de su pasado.

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