Polémica rehabilitación de un edificio del Centro a cargo del Ayuntamiento
La Asociación de Vecinos Centro Antiguo considera «casi un delito» los marcos de madera colocados sobre la fachada original aunque no esté protegida
Jesús Hinojosa
Miércoles, 5 de agosto 2015, 00:32
El debate sobre la convivencia de la arquitectura contemporánea con la de siglos pasados en las calles del Centro Histórico de Málaga es recurrente y ... se reactiva cuando se levanta un edificio de nueva planta junto a otro antiguo. Pero, ¿qué pasa cuando se emplea un lenguaje arquitectónico moderno a la hora de rehabilitar un inmueble ya existente en el corazón de la ciudad? Es lo que ha sucedido con el número 34 de la calle Álamos, un edificio de propiedad del Ayuntamiento que está siendo sometido a una reforma a cargo del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) para que albergue un centro de emprendedores a gestionar por la empresa municipal Promálaga.
Llaman poderosamente la atención de cuantos pasan por esta céntrica calle los singulares marcos de madera formados por varios listones que, a modo de cierros, han sido colocados sobre la fachada del edificio, que data del año 1900, según la información recogida en el proyecto, que supone una inversión de 320.650 euros. Tras estos marcos, a los que aún queda por colocar una barandilla de vidrio transparente, se observa la decoración original de la fachada, que no cuenta con protección arquitectónica, a base de unas sencillas pilastras. Una combinación de elementos antiguos con modernos que genera división de opiniones.
La presidenta de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, Ester Ramírez, la rechaza y considera «un horror y un sinsentido» la colocación de estos cierros. «Si fuera por una necesidad del proyecto, pero es que no le aportan nada a la fachada. Álamos era una calle de palacetes, una rehabilitación aquí debe respetar la arquitectura de la zona, aunque no esté catalogada como en este caso. Para modernidades ya están las nuevas barriadas», argumentó esta portavoz vecinal, quien consideró «muy grave» y «casi un delito» que sea el propio Ayuntamiento quien realice esta obra. «Ellos deberían dar ejemplo», dijo.
Por su parte, el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, señaló a este periódico que el proyecto, que fue redactado por encargo de Promálaga, cumple con la normativa del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Centro Histórico, y se realiza sobre un edificio que no cuenta con protección arquitectónica. «Otra cosa es que guste o no...», añadió.
Justificación
El autor del diseño de esta rehabilitación es el arquitecto de la localidad sevillana de Estepa afincado en Málaga desde hace varios años José Antonio González Vargas, quien defendió la instalación de los originales cierros de madera en la fachada como «una interpretación del cierro tradicional». «He querido mostrar una pincelada de lenguaje arquitectónico contemporáneo en la fachada para marcar que este edificio va a tener un uso distinto al residencial, ya que va a albergar un centro de emprendedores», argumentó este arquitecto, autor igualmente del Museo Jorge Rando, situado junto al convento de las mercedarias, en El Molinillo.
González Vargas recalcó que este inmueble de la calle Álamos no tiene interés arquitectónico y que, aun así, la actuación desarrollada ha procurado restarle añadidos. «Suelo ser bastante respetuoso con el patrimonio histórico y siempre busco la belleza. He intentado respetar lo existente y ponerlo en valor», declaró este profesional, al tiempo que apostilló que lo «dañino para los vecinos era el estado de abandono en que se encontraba el edificio».
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