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La reducción del peso del vehículo privado sigue siendo uno de los principales retos.
Los malagueños se suben al transporte público

Los malagueños se suben al transporte público

La puesta en servicio de las líneas 1 y 2 del metro y los buenos resultados de la EMT llevan a la ciudad a rozar por primera vez en su historia la cifra récord de 50 millones de viajeros

Ignacio Lillo

Lunes, 3 de agosto 2015, 00:32

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Hace justo un año, tras la esperada inauguración de las líneas 1 y 2 del metro, SUR recogió las opiniones de un amplio panel de expertos sobre cómo sería la movilidad urbana de Málaga a partir de entonces. Hoy, 365 días después, ya hay, al menos, una primera consecuencia: la llegada del suburbano ha supuesto un revulsivo para la movilidad, por la percepción de los ciudadanos de que se han ampliado las alternativas para desplazarse por la ciudad sin necesidad de coche o moto. La capital va a alcanzar por primera vez este año casi los 50 millones de viajeros en transporte público, un hito histórico que es fruto de dos variables: en contra de lo que se pensaba, la Empresa Malagueña de Transporte no se ha resentido y a sus autobuses se suben más de 44 millones de viajeros al año. A ello, se añade el atractivo del nuevo medio, que ha captado en su primer año (de julio a julio) a 4,9 millones de personas. Según los estudios de la EMT, estos son casi todos viajeros nuevos, que han dejado el coche aparcado; o que ahora deciden desplazarse más por trabajo o por ocio gracias a la facilidad y a la comodidad que ofrece el sistema.

Paralelamente, una mejora de la economía, en teoría, debería llevar aparejado un aumento del tráfico urbano, como de hecho ya reflejan las autovías dependientes de la DGT en la capital. En cambio, la mejora del transporte colectivo mantiene a raya las caravanas de otras épocas: el Área de Movilidad del Ayuntamiento constata que el tráfico privado se ha mantenido congelado o ligeramente a la baja en las principales vías de la ciudad. En general, en el primer cuatrimestre de 2015, comparado con el mismo periodo de 2014, baja apenas un 0,8%. Lo destacado es precisamente eso, que no está subiendo en un contexto de mayor actividad y empleo. Sí es llamativo el descenso en los ejes coincidentes con la línea 2 del metro (Carretera de Cádiz): desde agosto de 2014 a junio de 2015 en la avenida de Velázquez, a la altura de la Paloma, se registra un decremento de la intensidad media del 12%, en el sentido oeste; y del 6%, en el este.

Los expertos consultados coinciden en que se está creando una red cada vez más integrada, que el ciudadano ya percibe como una alternativa real para muchos de sus desplazamientos por la urbe. Elvira Maeso, actual concejala responsable del Área de Movilidad, es además experta en Gestión del Transporte y profesora de la Universidad de Málaga. A su juicio, «la suma de la oferta del metro a la existente previamente de la EMT está generando sinergias, que hacen que el usuario perciba más oferta y que esté más dispuesto a utilizarla». Por ello, reivindicó la llegada del suburbano al Casco Histórico e incluso, a La Malagueta, lo que significará «un importante avance para el transporte público de la ciudad». «Se podrá dar servicio desde el Centro a zonas que no están cubiertas por la red de metro, pero que sí podrán acceder a él a través de la red de la EMT, con muy buenas conexiones».

Miguel Ruiz, gerente de la Empresa Malagueña de Transporte y uno de los mayores expertos en movilidad urbana, puso de relieve que tras haber convivido durante seis meses con el nuevo medio, los autobuses han seguido captado usuarios en 2014, aunque de forma leve. Y ello, a pesar de que el efecto de la recuperación económica todavía no incide de forma significativa en una mayor demanda de transporte (tampoco a nivel nacional). En cuanto al primer semestre de 2015, según el mes las estadísticas tienen altibajos suaves (1-2%), que responden sobre todo a incidencias meteorológicas; por lo que Ruiz concluye con contundencia que no hay un impacto significativo del nuevo medio. «Los cinco millones de viajeros del metro no proceden de la EMT, sino que ambos están sumando viajeros en el conjunto del sistema de transporte público de Málaga».

Este año se percibe más demanda global, por lo que la empresa municipal espera volver a cerrar en el entorno de los 44 millones. Sumados a los cinco millones previstos por Metro de Málaga, es probable que en el 2015 se puedan casi alcanzar los 50 millones de usuarios. «A más oferta de transporte hay más demanda, es un principio estudiado científicamente, y eso ocurre ahora mismo en la ciudad; hay más oportunidades y los malagueños compran la idea».

En el caso de los autobuses urbanos, ha sido clave la reforma de varias líneas, que están aumentando mucho la demanda, gracias a la eliminación de trasbordos (que generan rechazo) y de cabeceras de la Alameda, a la vez que se impulsa la cobertura geográfica con el consenso vecinal. Entre estas nuevas rutas destacan la 20 (por fusión de la 24 y la 26), de Norte a Oeste (Alegría de la Huerta, Ciudad Jardín, Centro, San Rafael y Los Prados). Esta mantiene un crecimiento del 18%. También las líneas 5, 9 y 10, de Churriana y Guadalmar, que aumentan un 15%. Y la 3 y la 11, el eje este-oeste de la ciudad, que ya lleva dos años y todavía capta un 5% más.

El consejero andaluz de Fomento y Vivienda, Felipe López, estuvo esta semana en Málaga para hacer balance del primer año del suburbano. Según anunció, la prueba «se ha superado de forma exitosa en términos de demanda», y recordó que se iniciaba «un modelo joven, que tenía que ser interiorizado y aceptado por una cultura de movilidad en la ciudad que no existía». Se ha alcanzado una media de unos 400.000 pasajeros al mes, «que se han ido fidelizando y son usuarios habituales». El consejero destacó asimismo el alto nivel de satisfacción, con una calificación de 8,7 sobre 10. Sobre la culminación de la red, aseguró que los resultados de este primer año son «un aliciente para seguir cumpliendo la hoja de ruta».

También Fernando Lozano, director general de la sociedad concesionaria Metro de Málaga, se mostró satisfecho por los resultados que se han obtenido, y destacó la alta calificación que le ponen los usuarios, cuyo perfil es eminentemente joven. Además, la encuesta de satisfacción que la empresa ha realizado revela una vez más que los viajeros demandan llegar al Centro cuanto antes.

Viajeros como Jorge Suárez, dermatólogo del hospital Clínico y del centro de especialidades de Barbarela, de 31 años y residente en Teatinos. «En el hospital tenemos sesiones clínicas de anatomía patológica, oncología y cirugía, y antes era un problema ir después a Barbarela, porque el aparcaiento está fatal; llegaba apurado, agobiado. Ahora, termino en el hospital a las nueve y cuarto y en diez minutos estoy en la consulta; a mí me ha arreglado totalmente, me evita el problema del aparcamiento y del tráfico». También lo usa cuando tiene que viajar en tren, para ir a la estación María Zambrano y Vialia; y en Semana Santa. «Le pongo un diez al servicio, la limpieza y la puntualidad, me he sacado el abono recargable de 20 euros y me despreocupo».

Enrique Salvo vive en Carretera de Cádiz y es profesor de Ciencias Ambientales de la UMA, en el campus de Teatinos, así que es frecuente encontrarlo en los vagones: ya lleva más de mil trayectos en su abono. Pero además, durante años fue el director de esta infraestructura, por lo que esta doble vertiente le permite tener una visión muy amplia de la realidad. Para Salvo, el funcionamiento es perfecto «la gente presume de su metro» y el personal está muy implicado en la atención al ciudadano. En cambio, aseguró que todavía existe un gran desconocimiento por parte de los potenciales usuarios, que no se logrado superar. «Una persona que vive cerca de la estación Carranque y trabaja en el Torcal me decía que no se montaba porque hay que hacer trasbordo, y no es así. Hay miedo entre las personas mayores a hacer el ridículo por no saber cómo cruzar los tornos, y a las multas si se te olvida pasar la tarjeta; falta una vertiente pedagógica».

Salvo también se mostró crítico con las cifras del primer año, que consideró bajas, teniendo en cuenta la población de referencia: «No se ha sabido vender que el Perchel ya es el Centro, parecía que con la Semana Santa y la Navidad la gente lo aprendía, pero hay que insistir: hace falta más información y pedagogía, los ciudadanos todavía no lo conocen y cuando lo descubren dicen que es una maravilla». Según sus cálculos, la cifra de pasajeros del primer año, esos 4,9 millones, es en realidad baja, y a estas alturas ya debería recoger unos siete millones. «El éxito no se ha vendido como debería, no es normal que en el mismo recorrido la EMT siga teniendo más viajeros».

Con todo, hay buenos síntomas, como el hecho de que los jóvenes y las mujeres hayan sido los primeros en colonizarlo, y que se empiecen a ver personas con chaqueta y corbata que van a trabajar. El profesor también coincidió con la principal queja expuesta por los participantes en la encuesta de satisfacción, que es el precio de los billetes: «Se tiene que acomodar más al número de viajes, como ocurre en otras ciudades; crear abonos para los universitarios y favorecer los movimientos internos entre los dos campus de Teatinos».

Aunque obviamente, después de sólo un año, todavía quedan flecos y carencias que habrá que resolver, para lograr el mejor sistema de transporte posible, hay un punto que al principio no se veía claro y en el que sí que se ha avanzado. Marina García Ponce, directora gerente del Consorcio de Transporte Metropolitano, destacó el alto nivel de penetración de la tarjeta de esta entidad en el metro, lo que significa que hay cada vez más flujos de intercambio entre los autobuses y el suburbano: desde julio de 2014, cuando se inauguró, su uso ha pasado del 4,6% al 21,8% en mayo de 2015. Además, este medio de pago que ofrece importantes descuentos, con un ahorro medio del 35% en cada viaje sobre el precio del billete sencillo, y del 39,5% en los trasbordos. «La interacción entre los distintos modos de transporte será plena cuando el metro llegue hasta la Alameda; aún así, desde su inauguración se ha observado cómo los usuarios de otros modos interactúan cada vez más con el metro».

Para esta experta, la aparición de un nuevo modo de transporte en una ciudad siempre supone un revulsivo para la movilidad urbana; y coincidió con los anteriores en que los modos «no son excluyentes, sino que todos contribuyen a la construcción de una movilidad sostenible».

Unido a todo lo anterior, o quizás precisamente por eso, también se está viviendo un auge del sistema de transportes metropolitano. En 2014 se registraron casi 9,5 millones de viajes totales, mientras que en el primer trimestre de 2015 ya se ha incrementado en un 12,42% respecto al mismo periodo de 2014. «Las subidas de usuarios se debe en gran medida a la incorporación del uso de la tarjeta en el metro, así como el aumento en los viajes y trasbordos». Durante los primeros seis meses de este año se han activado 16.052 tarjetas, un 36% más que el anterior.

Sin perder de vista la comodidad de la movilidad privada, siempre que se haga un uso racional, los malagueños, y especialmente los jóvenes, comienzan a dejar de mirar con recelo al transporte público de la ciudad.

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