Imputan al dueño de una tienda de nutrición por vender sustancias dopantes a deportistas

Quería adelgazar y ganar musculatura en el gimnasio. Fue el argumento que dio un joven malagueño tras ser sorprendido por una patrulla con 100 comprimidos de clembuterol, una sustancia prohibida en el deporte y de uso muy restringido en humanos que permite aumentar la masa muscular y eliminar tejido graso, y que debido a sus efectos anabolizantes se usa en la industria cárnica para el engorde del ganado.

Al tirar del hilo de esa intervención, los agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga llegaron hasta el supuesto vendedor del producto, un hombre que regenta una tienda de nutrición en la capital y que ha sido imputado por un presunto delito contra la salud pública, según confirmaron a este periódico fuentes cercanas al caso.

La primera de las actuaciones se produjo el pasado día 10, casualmente, a raíz de una infracción de tráfico. Una patrulla percibió una actitud sospechosa en un joven que conducía el vehículo y, tras darle el alto, decidieron cachearlo. Al inspeccionar un bolso que llevaba en el coche, encontraron cinco blíster de un medicamento con el nombre y la información escritos en un idioma extranjero. Posteriormente pudieron comprobar que era clembuterol y que procedía de Moldavia.

Tras realizar varias gestiones, días después de esa intervención, los investigadores localizaron la tienda de nutrición donde el joven supuestamente había adquirido los blíster por unos 35 euros y efectuaron una inspección en su interior acompañados por un técnico del Área de Sanidad del Ayuntamiento de la capital, que se encargó de la clasificación de los medicamentos autorizados y los presuntamente no autorizados.

En la tienda, los agentes se incautaron de unas 1.800 dosis de sustancias que, según la Agencia Mundial Antidopaje, están prohibidas dentro y fuera de la competición. Entre otras, había 900 comprimidos de clembuterol; 100 comprimidos de danabol, un esteroide que se usa para potenciar la fuerza en los músculos; y unas 120 dosis de hormonas del crecimiento, que también se utilizan para reducir el tejido adiposo e incrementar la masa muscular, según detallaron las fuentes consultadas.

A la vista del hallazgo, los investigadores imputaron al dueño de la tienda de nutrición al considerar que supuestamente habría estado vendiendo productos y medicamentos prohibidos a deportistas no federados para aumentar su capacidad física, sin tener en cuenta que «el consumo de los mismos puede suponer un grave peligro para la salud». Según la Agencia Mundial Antidopaje, el consumo de estas sustancias puede tener multitud de efectos secundarios, como hipertensión, hipertrofia del corazón, desgarros musculares o impotencia sexual.