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Imagen de archivo de una de las últimas reuniones del Club.Sur
¿Hacia dónde va Málaga Valley?

¿Hacia dónde va Málaga Valley?

El Club celebrará una nueva reunión este martes con el lema ‘Startup Paradise’. Las últimas ediciones de esta iniciativa liderada por el abogado Javier Cremades y financiada por el Ayuntamiento se han alejado de su espíritu fundacional

Nuria Triguero

Domingo, 19 de abril 2015, 14:50

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El Club Málaga Valley ha traído a la ciudad, a lo largo de diecisiete ediciones, a destacados líderes empresariales y visionarios del mundo de la tecnología. Los dirigentes en España de compañías como Google, Blackberry, Iberia, IBM o Indra, por ejemplo, han participado no en uno sino varios de sus encuentros. En un principio, cada cita tenía una orientación temática diferente con ponentes ad hoc: ciudades inteligentes, seguridad informática, turismo y tecnología, el futuro de los teléfonos móviles... El objetivo de la iniciativa no era otra que convertir a la ciudad en punto de reunión de los líderes más destacados en el ámbito de las nuevas tecnologías. Las reuniones más interesantes fueron las que coincidieron con EmTech, la edición europea del encuentro de tecnología organizada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que durante dos años trajo a la ciudad a figuras como el cofundador de Twitter Evan Henshaw-Plath.

Ya en 2013 EmTech cambió Málaga por Valencia, que pujó más alto por hacerse con la organización del evento. Desde entonces, sin el MIT de la mano, el Club Málaga Valley ha seguido fiel a su cita con la ciudad y al convenio firmado con el Ayuntamiento, que contempla una financiación anual de 233.333 euros, de los que 175.000 provienen de las arcas municipales. Sin embargo, sus últimas reuniones parecen haber perdido fuste. La de noviembre del año pasado, por ejemplo, que estuvo consagrada a la marca España, quedó huérfana de un hilo argumental entre los diferentes discursos, pues salvo el director de la Oficina del Alto Comisionado de la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, el resto de ponentes se enredaron por otros derroteros que nada tenían que ver con la temática anunciada. Dicho encuentro también dio la sensación de menor poder de convocatoria, tanto desde el punto de vista de los protagonistas el presidente de Jazztel se cayó del cartel a última hora, así como algunos de los patronos más importantes, como los dirigentes de Google y Blackberry como de los asistentes, que dejaron a medio llenar el teatro Albéniz.

La próxima reunión de presidentes del Club Málaga Valley se celebrará este martes. Y lo cierto es que tanto el tema como los ponentes elegidos esta vez resultan un tanto difíciles de entender. Empecemos por el lema del evento: Startup Paradise: ecosistema, tecnología y negocio. El concepto tiene su origen en la intervención de Conchita Galdón, responsable del Espacio de Emprendimiento e Innovación del Instituto de Empresa, en la anterior reunión del Club. Galdón hablaba de la necesidad que tiene Málaga de «importar emprendedores» y sugirió que la ciudad adopte el concepto startup paradise, que, según dijo, ya usa Hawai. «Si tienes sol, playa, cervezas, Internet e infraestructuras de transporte... ¡eres un startup paradise!», exclamó. El presidente del Club, Javier Cremades, se mostró entusiasmado con esta idea y anunció que sería el leit motiv del siguiente encuentro.

Y así ha sido, en efecto. Sin embargo, el principal protagonista de la cita no va a ser precisamente una startup, al menos tal y como se entiende habitualmente este concepto: una empresa de innovación disruptiva montada por un emprendedor o un reducido equipo con escasos recursos. Quien encabeza el cartel de Málaga Valley es el conocido periodista Pedro J. Ramírez, que hablará de su nuevo proyecto editorial: el diario digital El Español. Se da la circunstancia de que el exdirector de El Mundo es cliente del bufete de Javier Cremades, que se ha encargado del diseño legal de la campaña de crowdfunding con la que se está financiando dicha iniciativa empresarial. No es la primera vez que Ramírez viene como ponente: ya lo hizo en 2012. El Club también ha invitado al responsable del diseño de El Español: Alfredo Triviño, presidente de la firma británica Audacity Partners.

A última hora pues en la carta de invitación al evento que se envió hace un mes no aparece se ha sumado al evento un nombre que sí está directamente ligado al mundo de la innovación: Luis Solana, presidente de Wayra, el programa de inversión en startups de Telefónica.

En cambio, se cae de la convocatoria Chahab Nastar, alto directivo del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, un organismo de la UE que está encargándose de impulsar una nueva plataforma abierta de contenidos digitales llamada Fiware. En su lugar se incorpora a la agenda una representante de Atos, empresa que es uno de los socios privados de esta iniciativa comunitaria. Justamente mañana se celebra en la ciudad un foro de las 13 entidades que han sido designadas por la Comisión Europea para impulsar dicha tecnología (y de las que, por cierto, la única española es malagueña: la aceleradora Bolt).

También se cae del cartel un nombre que a muchos les chirríaba: Juan José Güemes, el que fuera consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, quien tuvo que dimitir de su cargo en 2013 al salir a la luz que había adjudicado un contrato de análisis clínicos a una empresa en la que él mismo figuraba como consejero. Güemes iba a venir a Málaga Valley en calidad de presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación del ya mencionado Instituto de Empresa, pero finalmente, por motivos no especificados, no acudirá a la cita.

¿Y los emprendedores? Su turno en el encuentro de Málaga Valley no llegará hasta el final, cuando está previsto un debate entre tres representantes malagueños del sector de las nuevas tecnologías: Pablo Blanes de Freepik; Daniel Caro de Urban-M y Rafael Aguado de Bolt. Parece que este turno de palabra es un añadido al programa que ha venido del Área de Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento, que, consciente de las críticas que ha recibido el Club por la ausencia de emprendedores locales en sus eventos, esta vez ha dedicado esfuerzos a convocarles. La falta de conexión entre esta iniciativa y el tejido empresarial de la ciudad ya se ha intentado paliar anteriormente con iniciativas como la celebración de un evento paralelo o el nombramiento de Antonio Gómez-Guillamón, como vicepresidente del Club. Sin embargo, sigue siendo evidente la alergia que muchos emprendedores sienten por un evento de marcado carácter institucional y al que no encuentran una utilidad clara.

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