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Las compras en los supermercados son más pequeñas.
La cesta de la compra, en 12 claves

La cesta de la compra, en 12 claves

La recuperación que reflejan todos los informes sobre la economía española aún no se percibe en el supermercado

Nuria Triguero

Sábado, 18 de abril 2015, 20:09

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Las familias siguen en economía de guerra: así lo atestiguan informes como el de Nielsen 360, asociaciones de consumidores como OCU y UCE y las propias cadenas de distribución.

El gasto no crece

La Encuesta de Presupuestos Familiares del INE revela una caída del gasto en alimentación del 5,6% entre 2007 y 2013. En el último año se ha pasado a un estancamiento.

Compras más pequeñas para controlar el gasto

El tíque medio no ha dejado de bajar durante la crisis. Lo de llenar la despensa para un mes ya no es habitual: se hacen compras pequeñas para controlar el gasto.

Más visitas al supermercado

Esto es consecuencia de lo anterior: los consumidores visitan más frecuentemente el supermercado y compran pocos productos cada vez, a veces lo justo para pasar el día.

Tres de cada cuatro clientes se guían por ofertas

La mayoría de los consumidores han dejado de ser fieles: cambian de marca o de supermercado en función de las promociones y ofertas que haya en vigor, con el fin de ahorrar.

La marca blanca frena su avance

En 2014 por primera vez la marca blanca no comió terreno a las marcas de fabricante (se quedó en el 39%). El motivo es que éstas han pasado a la acción con agresivas ofertas.

Los súper ganan cuota en productos frescos

Es obvia la apuesta que las cadenas de distribución están haciendo por los productos frescos. Y les funciona: han arañado cuota a fruterías, carnicerías y pescaderías.

Los supermercados de barrio son los preferidos

Es el único formato que ha seguido en expansión durante la crisis. El consumidor prefiere establecimientos cercanos donde puede acudir con más frecuencia.

Apuesta por productos básicos

La demanda de productos de alto valor añadido (leches con vitaminas o precocinados muy elaborados) sigue bajo mínimos. El consumidor va a lo básico.

El pollo y el cerdo arrinconan a la ternera

El espacio reservado a la ternera en la dieta se ha minimizado en favor de carnes más baratas, sobre todo el pollo y el cerdo. Los súper entablan auténticas guerras de precios con estos productos.

Menos pescado y en su mayoría, congelado

Es de los productos más caros y, por tanto, es lógico que haya caído su consumo. Sólo variedades locales y baratas se escapan a la tendencia. A la vez, aumenta el porcentaje que se compra congelado.

Más patatas, hortalizas, legumbres y pastas

Son productos baratos y que cunden. Estas son las cualidades que los hacen indispensables en las despensas de las familias con problemas presupuestarios.

Se consume más vino en casa y menos fuera

Es uno de los pocos productos en los que nos gastamos más que antes de la crisis. El motivo: se restringen las salidas a restaurantes y se consume más en casa.

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