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Recreación de la estación del metro en la Alameda Principal.
Comerciantes temen la muerte de los negocios de la Alameda por las obras del metro

Comerciantes temen la muerte de los negocios de la Alameda por las obras del metro

Los dueños de los establecimientos exigen a las administraciones que aceleren las obras y que no taponen las puertas de las tiendas

Juan Soto

Sábado, 20 de septiembre 2014, 01:45

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Los retrasos y promesas incumplidas en las obras del metro en Callejones del Perchel siguen pesando en exceso en la mente de los comerciantes del Centro. Los dueños de los negocios se muestran más asustados conforme se acerca la fecha de inicio de los trabajos. Hasta tal punto, que temen que suponga la muerta comercial en la Alameda Principal, lugar en el que se desarrollarán el grueso de los trabajos.

Tras conocer los cambios de tráfico que planea el Ayuntamiento mientras se ejecutan las obras, han mostrado su preocupación porque algo temporal se pueda alargar en exceso en el tiempo. José Antonio Ruiz, dueño de la Librería Luces, cree que muy pocos negocios pueden soportar dos o tres años de obras en la puerta. «Venimos de una época muy mala y si nos ponen obras en la puerta cuando aún nos estamos tambaleando, nos vamos a caer todos», expone de forma gráfica. El temor de este empresario llega hasta tal punto que incluso medita si es aconsejable o no modernizar el negocio en este momento. «El metro arrasa los negocios por allá por donde pasa; en Callejones del Perchel han cerrado entre el 80 y el 90%. Sería el fin», vaticina.

Este empresario, que entiende que las obras son necesarias para la ciudad, sólo pide que se cumplan los plazos y se mire con mimo a los empresarios de la zona, que son los que más van a sufrir las consecuencias. «Formamos parte del tejido productivo de la ciudad y deben agilizar los trabajos para que suframos lo mínimo posible».

Entre otras medidas, los comerciantes han solicitado a las administraciones que no se taponen en ningún momento las puertas de los establecimientos y que las paradas de autobús queden cerca de las tiendas para no cortar por completo el paso de personas. «Cuando empiecen las obras, los peatones que vengan desde la zona de El Corte Inglés pasarán por la calle Atarazanas y nadie vendrá hasta aquí».

También se muestran especialmente preocupados los comerciantes del Soho. Antonio Amarillo, propietario de Garaje Málaga, en calle San Lorenzo, cree que las obras «pueden dejar al barrio incomunicado». Después de analizar los cambios en el tráfico, lamenta que los malagueños «cada vez lo van a tener más complicado para bajar al Centro en coche», por lo que su negocio también se va a ver seriamente amenazado.

Este empresario confiesa que los dueños de los negocios están muy preocupados porque ocurra lo mismo que en otras calles, en donde las obras se han eternizado. «¿Quién nos garantiza que se van a cumplir los plazos y que no se van a paralizar las obras porque encuentren restos de algo?», se pregunta. «Nos están cortando el oxígeno, tienen que pensar que muchas familias viven del comercio y que lo pueden destrozar», añade.

Cambios de tráfico

Tampoco están muy satisfechos los empresarios que trabajan en Armengual de la Mota. Tras conocer que los vehículos sólo podrán recorrerla hacia el sur, han asegurado que eso les afectará al número de clientes porque pasarán menos vehículos. Francine Melé, propietaria de la Tintorería Cristina, dice que «el Ayuntamiento no piensa en los comercios» porque a ellos ya les ha afectado simplemente la instalación del carril bici. «Los coches no tienen donde aparcar ni donde parar, por lo que es muy complicado que vengan hasta esta zona».

Algo más optimista se muestra Patricia Quero, que trabaja en esta misma calle. Espera que los clientes no dejen de ir allí sólo por los cambios de tráfico previstos, ya que «también podrán llegar andando». Esta joven teme más al momento en el que vayan a comenzar las obras del tramo en superficie. «Eso sí será para hace un especial», adelanta.

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