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La afición por la caza en Andalucía se traduce en 200.000 licencias.
Los últimos cambios en la regulación de la caza ponen en pie de guerra a los aficionados de Málaga

Los últimos cambios en la regulación de la caza ponen en pie de guerra a los aficionados de Málaga

La provincia cuenta con más de 15.000 licencias y será una de las más activas en la manifestación que ha convocado el sector para el día 27 en Sevilla

Ana Pérez-Bryan

Viernes, 19 de septiembre 2014, 02:01

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Que una imagen vale más que mil palabras es un axioma que a veces puede aplicarse a los datos. A cifras que terminan por definir en un puñado de números la compleja realidad y la fuerza, por ejemplo, de un colectivo. Sucede con el de la caza, cuya presencia y actividad en Andalucía, y por lo tanto en Málaga, queda en un segundo plano en demasiadas ocasiones por escenarios que priman lo urbano por encima de lo rural pero que sin embargo presume de una vitalidad (casi) envidiable: hoy en día, la región cuenta con unos 200.000 cazadores con licencia, la mitad de ellos asociados a la Federación Andaluza de Caza (FAC); la cifra en Málaga supera los 15.000 y no hay pueblo en la provincia que no cuente con su asociación de cazadores. Es más, existen estudios que certifican que el cinco por ciento de la población activa cultiva esta afición.

LA CAZA, EN CIFRAS

  • licencias de caza se renovaron el pasado año en Andalucía. De ellas, más de la mitad están asociadas a la Federación Andaluza de Caza (FAC).

  • aficionados al silvestrismo se calcula que hay en Málaga. La actividad se concentra, sobre todo, en la zona de la costa y en la capital.

En este escenario con tantos actores diferentes resulta difícil imaginar que algo genere el consenso necesario como para canalizar una respuesta colectiva y en bloque. Y las últimas actuaciones de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en materia de reglamentación cinegética lo han conseguido. Pero en contra. Ese es el punto de partida de la movilización que prepara la FAC con el apoyo de otros colectivos para denunciar «el ataque premeditado» y hasta la «agresión» que perciben los cazadores por parte de la administración. Quien pone sobre la mesa estos calificativos visiblemente indignado es José María Mancheño, presidente de la federación andaluza con sede en Archidona y principal impulsor de la manifestación que espera reunir en Sevilla el próximo día 27 a otros 20.000 «indignados» como él.

El origen del desencuentro está en una normativa que a juicio de los cazadores «cada vez nos deja menos autonomía». La queja no sólo se extiende a la última modificación del Reglamento de Ordenación de Caza (ROC), que regula asuntos como los cotos, el uso de los montes públicos o nuevas las definiciones de las modalidades de caza; sino a la función de los guardas de coto, «a los que le han quitado la autoridad»; al cambio en la forma de gestionar las rehalas -modalidad de caza mayor con perros-, a la orden general de vedas y a la declaración de las emergencias cinegéticas. Mancheño asegura que podría ampliar el catálogo de reivindicaciones pero, a su juicio, «la gota que ha colmado el vaso ha sido el último ataque al silvestrismo».

El silvestrismo es una modalidad de caza relacionada con la captura y cuidado en cautividad de ciertas especies de pájaros de campo -en Andalucía están regulados el verderón, el jilguero y el pardillo- y al contrario de lo que sucede en las zonas de interior de la provincia, con más tradición de caza mayor y menor, es una disciplina muy asentada en Málaga capital y en la costa, donde se calcula que existen unos 3.000 aficionados. Los mismos que ahora lamentan y que incluso califican de «juzgado de guardia» una normativa reciente que prohíbe la captura en vivo del jilguero y además restringe el silvestrismo en la temporada estival. «Y con eso nos ponen el pie en el cuello». Lo resume con una vehemencia similar a la del presidente de la FAC Juan Toledo, delegado de la asociación de silvestrismo Alaska, una de las más activas en la capital (tiene más de 400 socios de los más de 3.000 registrados en Málaga) y, por lo tanto, una de las más «afectadas». En este sentido, Toledo lamenta que los impulsores de este cambio en las reglas del juego «no le metan mano a los furtivos que están cazando pájaros todo el año y sin embargo centren su ataque en nosotros, que somos los más débiles y cumplimos con la normativa desde siempre».

Ellos, los aficionados al silvestrismo, serán una parte fundamental en la manifestación que tendrá su epicentro en Sevilla el 27 de septiembre y que partirá de la Plaza de España para terminar en el Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía. Además de la FAC, la concentración cuenta con el apoyo de otras entidades de referencia como la Mesa Andaluza de la Caza, la Asociación Española de Rehalas, la Federación Andaluza de Galgos, Asaja Andalucía o Aproca, entre otras.

Reunión con el viceconsejero

A pesar de que la convocatoria de la protesta es firme, el martes se celebró una reunión entre el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Ricardo Domínguez y el director general de Gestión del Medio Natural, Javier Madrid, con representantes del sector para tratar de acercar posturas. Y a pesar de que fuentes de la consejería confirmaron a SUR que «la mano está siempre tendida» y que «hay ciertas medidas que sí son asumibles», los cazadores mantienen la manifestación en los mismos términos por considerar que «la Junta lleva nueve años toreándonos». Así de contundente es el balance del directivo de la FAC Rafael Martín, que deja en papel mojado la reunión con el viceconsejero «porque a la hora de la verdad siguen sin hacernos caso». Su queja la extiende a la de los 20.000 aficionados de toda Andalucía «que ya se han inscrito en la manifestación». Y avisan: «Haremos ruido».

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