Cerrado de Calderón cambia de marcha

La demanda vecinal ha encontrado por fin respuesta. Después de meses reclamando un paso elevado en la calle Centaurea, en Cerrado de Calderón, el pasado jueves se iniciaron los trabajos que pondrán freno a las altas velocidades que se cogen en plena recta y a las carreras ilegales que se celebran por la noche. Se trata de una vía situada en la parte alta, especialmente tranquila en los periodos vacacionales, pero muy transitada durante el curso escolar, ya que en ella se localiza el colegio St. Georges. «Los niños han estado expuestos durante mucho tiempo a que los atropelle algún inconsciente porque aquí no se hacía nada para evitarlo. Me alegro de que por fin se haya actuado y espero que sirva para algo», denuncia Javier Villares. Otros vecinos de la zona exponen que algunos conductores podían coger perfectamente los 70 u 80 km/hora cuando enfilaban la recta tras salir de la rotonda de acceso a esta calle.

«¿Cómo se pueden permitir estos excesos de velocidad en una vía en la que hay un colegio y no se podría ir a más de 30 km/hora?», se pregunta Villares. Hasta el momento así ha sido a costa de la paciencia de muchos padres. Solo esperan ahora que el paso de peatones sobreelevado obligue a los conductores a aminorar su marcha y que esta actuación se complemente con unas señales de tráfico indicativas de la proximidad de una escuela. Ayer viernes, se ultimaban los trabajos de acerado y señalización. Se han instalado señales verticales advirtiendo de la cercanía de un paso de peatones sobreelevado, pero ni en un sentido ni en otro de la calle se ha contemplado la señal de peligro por proximidad de una colegio. En cualquier caso, el paso sobreelevado servirá también para disuadir a los organizadores de las carreras ilegales que con frecuencia se celebran en esta vía. Son competiciones de vehículos sin carné, que ponen en riesgo la seguridad de los residentes. Al refugio de una calle tranquila y poco vigilada, estos conductores no dudan en repetir muchas noches unas carreras que quitan el sueño a quienes las sufren.

Matorrales en las aceras en Teatinos

Biki Ferrón acostumbra a desplazarse en bici por la ciudad y en muchas ocasiones reconoce que tiene que ir por la acera «si no me quiero jugar el tipo». Precisamente por esta razón quiere denunciar el estado que presenta el acerado del entorno de la Ciudad de la Justicia, calle Fiscal Luis Portero García, Avenida Abogado de oficio y que continúa por el paso de peatones en la rotonda hacia la calle Mefistófeles. «Los matorrales ocupan casi toda la acera e impiden el paso de las muchas personas que a diario, andando o en bici, con cochecitos de bebé o simplemente paseando tienen que sortear ramas, piedras, basuras, latas, los alcorques y, cuando riegan esos arboles, el agua derramada, amen de todo tipo de obstáculos».