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En coma al recibir una brutal paliza tras una discusión por tabaco

La víctima, un hombre de 59 años, permanece en la UCI del Hospital Carlos Haya con una contusión craneal y varias fracturas faciales

Juan Cano

Sábado, 2 de agosto 2014, 01:35

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Un hombre de 59 años permanece ingresado en la UCI del Hospital Carlos Haya en coma inducido tras recibir una brutal paliza en el portal de su casa. La Policía Nacional ha detenido al presunto autor de la agresión, un joven de 33 años que, al parecer, le propinó puñetazos y patadas en la cabeza tras una discusión nimia en un bar motivada por unos cigarrillos.

Todo comenzó a primera hora de la tarde del jueves en la zona de El Ejido, en Málaga capital. La víctima, L. G., un vecino muy conocido en el barrio, que es funcionario de la Junta de Andalucía, estaba tomando un gin-tonic en un establecimiento del que es cliente habitual y que se halla ubicado a sólo unos metros de su domicilio.

Mientras se encontraba en la barra, dos jóvenes entraron en el bar y se tomaron unas cervezas. Venían de juerga, como demuestra una foto que colgaron en Facebook horas antes. Al cabo de unos minutos, uno de ellos le pidió tabaco a L. G. y éste dejó el paquete sobre la mesa para que cogieran, al tiempo que salía a la calle para fumar.

Cuando volvió, se dio cuenta de que le habían quitado al menos cuatro o cinco cigarrillos, según testigos. El hombre les recriminó lo que habían hecho y, al parecer, uno de ellos le vaciló, llegando a tocarle la cara. El individuo en cuestión también es conocido en el barrio por su pasado violento, que le llevó incluso a prisión, por lo que el camarero le pidió a L. G. que se marchara para evitar que le ocurriera algo.

Incidente en un bar

El hombre, ofuscado por el incidente, se dirigió a otro bar de la zona, donde había estado almorzando a mediodía con su familia, y contó lo sucedido. Al cabo de un rato, decidió volver a casa, pero antes de entrar en el portal se asomó de nuevo al primer establecimiento. Allí permanecía el mismo individuo; su amigo ya se había marchado. L. G. entró para ir al aseo y, acto seguido, abandonó el local.

El supuesto agresor lo siguió hasta el portal. Según testigos, el individuo la emprendió a golpes con el hombre, 26 años mayor que él, hasta dejarlo inconsciente en el suelo. Un joven que pasaba por allí y que contempló la escena llamó a los servicios de emergencias. El camarero del bar, al ver al chico correr, agitado, mientras hablaba por el móvil, se acercó para preguntarle qué había pasado. Cuando le dijo que se había producido una pelea, se dirigió al portal de L. G. y lo encontró tumbado boca abajo sobre un charco de sangre. Tenía la cara destrozada.

El presunto agresor, que estaba junto a la víctima, se limitó a decir que L. G. había empezado primero. No huyó. En esos momentos aparecieron varios agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, que redujeron al individuo -según las fuentes consultadas, ofreció fuerte resistencia- y lo detuvieron por un delito de homicidio en grado de tentativa.

El camarero y el conserje del edificio permanecieron junto a L. G. mientras llegaban los servicios de emergencias sanitarias. Por su gravedad, fue necesario pedir una segunda ambulancia -el 061 movilizó una uvi móvil- para estabilizarlo y trasladarlo a Carlos Haya. Vecinos aseguran que los médicos no daban crédito a que las lesiones que presentaba no hubiesen sido causadas con un objeto contundente. Fuentes del hospital informaron de que el herido sufre una contusión craneal y varias fracturas faciales. Ayer permanecía sedado, en coma inducido, pendiente de evolución. Su estado es grave.

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