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El líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Luigi Di Maio (c), junto con los miembros del partido Giulia Grillo (d) y Danilo Toninelli. Foto: Angelo Carconi (Efe) | Vídeo: Atlas

A punto de cerrar un acuerdo de Gobierno en Italia

La alianza entre las dos formaciones euroescépticas contaría con el beneplácito del partido de Silvio Berlusconi

Darío Menor

Corresponsal en Roma

Miércoles, 9 de mayo 2018

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La imagen sería difícil de olvidar: ciudadanos que acuden a los colegios electorales en chanclas, bañador y camiseta de tirantes con la sombrilla al hombro para votar antes de ir a la playa a pasar un caluroso domingo de julio a la orilla del mar. Esa foto ganaría por goleada a las habituales instantáneas de todos los comicios con monjas metiendo su papeleta en la urna. Aunque todavía no puede descartarse del todo, es posible que la imagen del votante playero finalmente no vaya a darse en Italia: tras más de dos meses de marear la perdiz, el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga estarían a punto de alcanzar un pacto que permita el nacimiento de un nuevo Gobierno. Sería un Ejecutivo incómodo para Bruselas, con posiciones euroescépticas y una fuerte carga nacionalista y populista.

El partido en solitario más votado y la formación que obtuvo más escaños dentro de la coalición conservadora, respectivamente, en las elecciones legislativas del 4 de marzo pidieron al presidente de la República, Sergio Mattarella, 24 horas más de tiempo para negociar. Este Gabinete contaría con el visto bueno de Forza Italia (FI), el principal aliado de la Liga, que se abstendría en la moción de investidura en el Parlamento. Si se confirma hoy el pacto entre Luigi Di Maio, candidato del M5E, y Matteo Salvini, líder 'liguista', se evitaría la repetición de elecciones en julio a las que el país parecía abocado.

Con su petición de un día extra de plazo, Di Maio y Salvini evitaron que Mattarella presentara los nombres de los miembros del Ejecutivo 'neutral' con el que pensaba desatascar la situación. Cuando fracasó la tercera ronda de consultas con los partidos el pasado lunes, el jefe del Estado anunció que iba a intentar poner en pie un Gobierno «de servicio» para llevar las riendas del país hasta final de año. El M5E y la Liga se mostraron desde el principio en contra de esta posibilidad y amenazaron con provocar la repetición de elecciones lo antes posible, aunque fuera en pleno verano. Al final, el riesgo de que la abstención se disparara porque los votantes prefieran la playa a las urnas parece haber contribuido a encauzar la crisis política.

La última palabra la tiene en cualquier caso Silvio Berlusconi. El líder de FI estaba anoche pensándose si se echa a un lado para propiciar el pacto entre el M5E y la Liga. Di Maio se niega a compartir un Gabinete con la formación del magnate, al que su partido lleva años presentando como uno de los grandes males del país. La solución vendría con lo que Giovanni Toti, hombre de confianza de Berlusconi y gobernador regional de Liguria, calificó como «abstención benévola». Aunque M5E y la Liga tienen escaños suficientes para superar la moción de investidura en el Parlamento, contarían con la abstención de FI, que mostraría así que la alianza conservadora no está del todo muerta.

En caso de prosperar el pacto de Gobierno entre Di Maio y Salvini, quedaría por resolver una cuestión nada secundaria: quién lideraría el Gabinete. Habrá que encontrar un nombre aceptable para ambos y que tampoco disguste a Berlusconi.

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