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AKK, la 'hermana pequeña' de Angela Merkel

La canciller elige como su sucesora en la CDU a Kramp-Karrenbauer un clon de su propia personalidad que garantiza la transición

JUAN CARLOS BARRENA

Domingo, 25 de febrero 2018, 00:18

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berlín. No es tan reservada como Angela Merkel y tampoco esconde sus ambiciones. Pero Annegret Kramp-Karrenbauer, AKK para sus propios correligionarios en el país en el que reinan las abreviaturas, la próxima secretaria general de la gobernante Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), es igual de tranquila, poco pretenciosa y analítica que su mentora. Cuando esta semana ambas comparecieron juntas para anunciar la nominación, parecía que Merkel presentaba sonriente en sociedad a su 'hermana pequeña' como la gran promesa de su formación. Lo cierto es que AKK es una garante de éxito en las filas cristianodemócratas, y, al igual que Merkel, tras un comienzo nada espectacular en el mundo de la política.

Con Kramp-Karrenbauer la CDU se ha convertido en primera fuerza indiscutible en el pequeño Estado federado del Sarre, donde los socialdemócratas dominaron la política local durante décadas y fue ella la que paró los pies y acabó con el mito de Martin Schulz como estrella revelación del SPD el pasado año.

En el año electoral de 2017, que culminaría con las legislativas de septiembre, la política conservadora de 55 años se impuso con un 40,7% de votos en los comicios del Sarre, los primeros de tres regionales. Hizo además caer al SPD por debajo del 30% y detuvo en seco el ascenso de los ultranacionalistas de la Alternativa para Alemania, que solo obtuvieron un modesto 6,2%.

Militante católica, llegó a comparar el matrimonio homosexual con la poligamia

Casada con un ingeniero de minas que renunció a hacer carrera en beneficio de la de su esposa y madre de tres hijas, se afilió con 19 años a la CDU. Estudió Derecho y Ciencias Políticas, y en 1999, tras ocupar varios cargos del partido, accedió por primera vez al Parlamento del Sarre. En 2000 fue nombrada ministra de Interior autonómica, la primera mujer en ocupar esa cartera en un Estado federado alemán. Luego en 2007 pasó a ser titular de Educación, Familia y Cultura y en 2009 de Trabajo y Asuntos Sociales. Con el nombramiento del entonces primer ministro del Sarre, Peter Müller, como juez del Constitucional, AKK pasó a asumir la jefatura del Gobierno de su región en 2011.

Un año después y harta de las infidelidades del Partido Liberal (FDP) como socio de coalición en un tripartito junto a Los Verdes, Kramp-Karrenbauer rompió la alianza gubernamental, intencionadamente un 6 de enero y mientras el FDP celebraba su tradicional reunión de la Epifanía, algo que los liberales se tomaron como una afrenta. La política conservadora se ganó, sin embargo, el respeto de propios y extraños al demostrar que domina el teclado del simbolismo político y que es capaz de tomar decisiones duras para defender su poder.

Fiel y pragmática

Algo que también resultó imponente a Merkel, quien desde entonces la cuenta entre sus más estrechas colaboradoras y personas de absoluta confianza y a la que aprecia por su fidelidad, competencia, pragmatismo, disposición al riesgo y capacidad de análisis. A juicio de la canciller es la persona ideal para llevar adelante la modernización de la CDU sin abandonar el centro y evitando un giro radical a la derecha como exige el ala más conservadora.

Sin embargo, a estos últimos les agrada su militancia católica y su resistencia a leyes recientes como la legalización del matrimonio homosexual, que llegó a comparar indirectamente con la poligamia o el incesto al advertir de que podría conducir a la aprobación de otros matrimonios como «el de parientes estrechos o los de más de dos personas».

Miembro del Consejo Central de los Católicos Alemanes, AKK criticó igualmente la decisión de la Audiencia de Sarrebruck de retirar los crucifijos de sus salas de juicio al afirmar que «no hacen sino indicar que el ser humano no es la medida de todas las cosas», pero también fue la impulsora de declarar festivo el día de la Reforma protestante en todo el país y participó personalmente en las festividades oficiales por el quinto centenario del nacimiento de Martín Lutero.

Y la primavera pasada y en plena polémica por el traslado a Alemania de la campaña para el referéndum constitucional en Turquía con mítines de miembros del Gobierno de Ankara en este país, AKK consiguió ganar popularidad nacional al prohibir la celebración en su región de ese tipo de actos y plantar cara al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

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