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Mladic levanta el dedo y sonríe antes de conocer su condena a cadena perpetua. :: P. D. / efe
La ONU celebra la condena al genocida  Mladic como «una victoria para la justicia»

La ONU celebra la condena al genocida Mladic como «una victoria para la justicia»

El líder serbobosnio es sentenciado a cadena perpetua por la matanza de Srebrenica en 1995 y otros crímenes de guerra

ERIC VAN HERK

LA HAYA.

Jueves, 23 de noviembre 2017, 00:46

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El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Hussein, celebró ayer la sentencia del Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia (TPIY) contra el excomandante serbobosnio Ratko Mladic, y aseguró que se trata de «una victoria para la justicia». El exjefe militar serbobosnio, de 74 años, fue condenado a cadena perpetua por genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos hace más de dos décadas en la ex Yugoslavia. Aquel conflicto dejó unos 100.000 muertos y 2,2 millones de desplazados entre 1992 y 1995.

El juez Alphons Orie, del TPIY, declaró que «los crímenes cometidos forman parten de los más odiosos del género humano». Según el tribunal, el conocido como 'El Carnicero de los Balcanes' contribuyó «significativamente» a la eliminación de musulmanes y croatas de Bosnia entre mayo de 1992 y noviembre de 1995, tiempo en el que el acusado era comandante en jefe de las fuerzas que ejecutaron los crímenes. Mladic «era totalmente consciente» de las deportaciones, las detenciones forzadas, los asesinatos y la persecución de musulmanes, según el TPIY.

Asimismo, «compartía la intención del objetivo final» de exterminar a los habitantes musulmanes de Srebrenica en 1995, genocidio en el que fueron asesinados al menos 8.000 musulmanes y otros miles sufrieron saqueos y violaciones. Junto con su alter ego político Radovan Karadzic, Mladic fue un «arquitecto de la política de limpieza étnica» de una parte de Bosnia para crear un Estado serbio étnicamente puro, según el fiscal Serge Brammertz.

La acusación pedía cadena perpetua para Mladic y la defensa su absolución. El exjefe militar nunca reconoció su culpabilidad, si bien dijo lamentar «cada inocente muerto en todos los bandos, en todas las comunidades étnicas de la ex Yugoslavia». Su defensa anunció que apelará el fallo, que el hijo del reo, Darko, calificó como «contrario a los hechos».

El acusado y su equipo de abogados intentaron durante las últimas semanas que el veredicto fuera suspendido o aplazado debido a la «presión arterial alta» que sufría Mladic. También se habló de «capacidad mental debilitada». El acusado había dado a entender que no acudiría a la lectura del veredicto por razones de salud, pero finalmente se personó en la sala, vestido con un traje oscuro y una corbata roja. A su llegada, levantó un dedo y sonrió a los fotógrafos que le esperaban. También saludó en la sala a su familia que estaba en la galería. Pero el acusado acabó escuchando el veredicto en una sala adyacente, a la que fue conducido después de interrumpir la sesión con gritos contra los jueces, a los que acusó de mentirosos. «Mienten, ustedes mienten. No me siento bien», gritó Mladic. Ya antes había solicitado cinco minutos de receso para ir al baño que se convirtieron en más de 40, lo que alarmó al entorno del acusado, preocupados por un posible agravamiento de su estado de salud -el exmilitar sufrió múltiples ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares durante los últimos años-. Sus abogados aclararon que el retraso se produjo porque su defendido había sufrido una «crisis de hipertensión».

Imputado desde 1995

El TPIY fue creado en 1993 en La Haya para juzgar a los presuntos responsables de crímenes de guerra durante los conflictos en los Balcanes y cerrará definitivamente sus puertas el 31 de diciembre. Después de esta fecha, el tribunal mantendrá en funciones una parte provisional que se encargará de los recursos pendientes, incluido el del propio Mladic, si finalmente lo presenta.

El Tribunal imputó al exgeneral el 25 de julio de 1995, días después de la masacre de Srebrenica por la que se le acusó de genocidio. También se le atribuyó la responsabilidad en el secuestro de empleados de Naciones Unidas y en el sitio de Sarajevo, que duró 44 meses y dejó 10.000 muertos, en su mayoría civiles.

Mladic logró vivir relativamente en calma mientras el exlíder serbio Slobodan Milosevic (fallecido en la cárcel a los 64 años en 2006) estuvo en el poder, hasta octubre del año 2000. Transitaba con normalidad por Serbia, era visto en restaurantes e incluso en algunos partidos de fútbol y en otros lugares públicos. A mediados de 2005 los servicios secretos militares serbios confirmaron que el exmilitar había vivido hasta 2002 en su propia casa de Belgrado, y que a veces incluso se alojaba en instalaciones del Ejército.

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