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Mark Rutte.
Mark Rutte, el superviviente político que busca un segundo mandato en Holanda

Mark Rutte, el superviviente político que busca un segundo mandato en Holanda

De maneras suaves y políticas firmes, hizo historia en2010 por ser el primer jefe de Gobierno liberal en este país desde la fundación de su Partido Popular de la Libertad y Democracia (VVD)

Imane Rachidi (efe)

Miércoles, 15 de marzo 2017, 22:04

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Mark Rutte, jefe del Gobierno liberal conservador de Holanda, ha puesto en marcha sus habilidades políticas durante cuatro años de recuperación económica para mantener unido un escenario político cada vez más fragmentado y euroescéptico, amenazado por el populismo.

Rutte (La Haya, 1967) fue primer ministro por primera vez en octubre de 2010, tras las elecciones celebradas en junio precedente por el fracaso de la coalición entre liberales y democristianos al intentar aprobar un presupuesto de austeridad en medio de la crisis económica.

De maneras suaves y políticas firmes, Rutte ya hizo historia en esa fecha por ser el primer jefe de Gobierno liberal en este país desde la fundación de su Partido Popular de la Libertad y Democracia (VVD), en 1948.

A partir de entonces, encabezó una coalición minoritaria de derechas, cuyo poder de legislación dependía de los apoyos del Partido de la Libertad (PVV), liderado por el populista y antiislamista Geert Wilders.

El Gobierno de Rutte logró aprobar un presupuesto austero con el apoyo de cinco partidos -liberal, democristiano, Demócratas 66, los Verdes y Unión Cristiana-, aunque fracasó tras la negativa de Wilders a respaldar una serie de recortes de gastos.

Fue reelegido primer ministro tras las elecciones de octubre de 2012, esta vez tras una estrecha victoria en los comicios generales, lo que le permitió liderar una coalición de centro-izquierda, con el apoyo de los laboristas.

El político, antiguo gerente de personal de la multinacional holandesa Unilever (1992-1997) y de su subsidiaria Calvé (1997-2000), reavivó en la campaña de 2012 al VVD, del que sigue siendo líder y candidato a la reelección como primer ministro.

Con 41 escaños, de un total de 150, el VVD es actualmente el partido más grande en el Parlamento holandés, aunque las encuestas de intención de voto presagian que caerá al segundo lugar, tras las elecciones del 15 de marzo.

Desde su llegada al poder, Rutte -un defensor a ultranza del funcionamiento de las leyes del mercado- ha tenido que imponer grandes recortes de gastos, que le han costado una lluvia de críticas por las medidas de austeridad exigidas por Bruselas.

Rutte tuvo que hacer valer todas sus dotes diplomáticas para superar una crisis entre La Haya y Moscú, justo cuando se cumplían cuatro siglos de contactos diplomáticos y comerciales, por la detención de un diplomático ruso en este país y el asalto en su domicilio al canciller neerlandés en la capital rusa.

Otro momento de dificultad lo ocasionó el 17 de julio de 2014 el derribo de un avión de la aerolínea Malaysian Airlines con 298 pasajeros a bordo, de los que 196 eran holandeses y el resto de una decena de países, previsiblemente alcanzado por un misil tierra-aire disparado por los separatistas prorrusos.

También le ha planteado problemas el acuerdo de asociación de la Unión Europea (UE) con Ucrania, rechazado por el 60% de los holandeses en un referéndum celebrado en abril de 2016.

Rutte ha intentado por activa y por pasiva obtener el respaldo del Parlamento para ratificar el acuerdo con Ucrania, lo que puede pagar ahora en credibilidad si el electorado opta por Wilders, quien dice de él que es un "pelele" de Bruselas.

Admirador declarado de la ideología económica de la exprimera ministra británica Margaret Thatcher, Rutte siempre se muestra como un hombre sencillo, afable, modesto e insistente para sacar adelante sus proyectos políticos.

Su serenidad y capacidad de negociación, su actitud conciliadora y buen humor, le han servido para capear momentos difíciles, en especial cuando en su país le han llovido críticas por sus políticas austeras y en la UE por ser uno de los principales obstáculos para que Grecia recibiera su primer rescate financiero.

Su instinto de supervivencia le ha permitido mantenerse a flote en el poder, a pesar de haber sido considerado políticamente muerto en más de una ocasión.

Admirado por muchos, a Rutte se le ha visto en su bicicleta por las mañanas desde su casa hasta el Parlamento, en La Haya, promoviendo la protección del medio ambiente y dando ejemplo de político austero en tiempos de crisis.

Es visto como un político hábil, capaz de pactar con el diablo si de poder se trata: muchos temen que tras las elecciones acabe traicionando sus propios principios y una sus fuerzas con el PVV, su gran enemigo, para formar una coalición de Gobierno.

Rutte, que vive con su madre, compaginó su carrera de Historia en la Universidad de Leiden con el liderazgo de un movimiento liberal.

A los 35 años, fue nombrado subsecretario de Asuntos Sociales (2002-2004) y luego de Educación, hasta las elecciones de 2006, cuando Rutte, ya como cabeza del VVD, perdió seis escaños y pasó a ser el líder de la oposición.

Hijo de una familia de comerciantes, son pocos los detalles que se conocen sobre su vida privada, más allá de que es soltero, pianista en su tiempo libre, profesor de Políticas y miembro de la iglesia protestante de Holanda.

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