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El candidato del Partido Demócrata y ex primer ministro italiano, Matteo Renzi, entrevistado ayer en el canal Rai 1. :: A. PIZZOLI/ afp
Renzi completa su parábola

Renzi completa su parábola

El ex primer ministro italiano afronta las elecciones de mañana en el punto más bajo de una carrera política que llegó a deslumbrar

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ROMA.

Sábado, 3 de marzo 2018, 00:14

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Matteo Renzi ha dejado de ser Matteo Renzi. Poco queda ya de aquel joven alcalde de Florencia con ganas de comerse el mundo, empezando por su propia formación política, el Partido Democrático (PD), cuyo liderazgo conquistó con la promesa de «desguazar» a la vieja clase dirigente del centro izquierda italiano. Tampoco queda rastro de su avasalladora forma de aglutinar consensos que hizo levitar al PD en las elecciones europeas de 2014 hasta alcanzar el 40,8% de los votos. El tiempo y los humores políticos han cambiado de forma endiabladamente rápida para él.

Salvo sorpresa mayúscula, los comicios legislativos de mañana marcarán el punto más bajo de su carrera política, una parábola que cambió de trayectoria con la contundente derrota en el referéndum constitucional de diciembre de 2016. Renzi se puede dar con un canto en los dientes si consigue que en la inminente cita con las urnas, su formación no quede demasiado por debajo del 25% obtenido en 2013, cuando el candidato en las elecciones generales fue Pierluigi Bersani. No hay más que echarle un vistazo a la propaganda electoral del PD para confirmar que Renzi sabe que no va a ganar. No es propio de él comunicar tan mal. En los mítines de la principal formación de centro izquierda se reparte un insulso folleto que, en dos folios plegados, detalla los objetivos cumplidos durante los últimos cinco años de gobierno y las metas a alcanzar en la próxima legislatura.

LOS SONDEOS

  • Coalición de derechas

  • Favoritos La alianza de partidos formada por Forza Italia, la Liga Norte y Hermanos de Italia obtendrían entre el 36-37% de los votos en las legislativas.

  • Partido Democrático

  • Un batacazo Se espera que la formación que ha sostenido el Gobierno durante estos 5 años, y cuyo candidato es Matteo Renzi, quede por debajo del 25% obtenido en 2013.

  • Movimiento 5 Estrellas (M5E)

  • Primer partido La previsión es que superen el 25% de las pasadas elecciones y sean la fuerza política más votada. Por lo tanto, recibirían el encargo de formar gobierno.

Son nada más y nada menos que 200 puntos apretujados y escritos con letra pequeña. Parece casi un listín telefónico. Ningún indeciso va a sentir el menor impulso por dejarse la vista en leer un programa tan poco atractivo y en las antípodas de las resultonas y dinámicas presentaciones que tanto le gustaba hacer a Renzi.

Tampoco la propaganda en vídeo anima al optimismo. Muestra una familia en la que el padre dice que «esta vez no va a votar al PD», mientras su esposa y sus hijos le repiten los logros del Gobierno saliente, como la ley que reconoce las uniones gais, el testamento biológico o la ayuda de 80 euros al mes a quienes ganan menos de 1.500 euros. El anuncio va claramente dirigido a los simpatizantes descontentos con la marcha del partido, no a buscar nuevos consensos.

El problema para Renzi es que a los electores no les faltan alternativas. La más potente es el Movimiento 5 Estrellas, que consigue un tercio de sus apoyos entre antiguos votantes progresistas. Luego está Libres e Iguales, una escisión del PD liderada por los enemigos internos del ex primer ministro italiano. Otra opción a considerar es +Europa, la nueva marca electoral de la incombustible Emma Bonino.

«Es un perdedor»

«Renzi sabe que en estas elecciones es un perdedor. Fue derrotado en el referéndum de 2016 y desde entonces su estrategia no tiene como objetivo recuperar el poder, sino tratar de hacerse con el control de su partido», asegura Fulco Lanchester, director del departamento de Ciencia Política de la Universidad 'La Sapienza' de Roma. «Su objetivo ahora es resistir durante la próxima legislatura y prepararse para un relanzamiento que podría venir más adelante», señala.

Ese objetivo explicaría la criba que ha hecho entre los aspirantes a diputados y senadores del PD. El ex primer ministro se ha olvidado del habitual equilibrio entre las distintas corrientes del centro izquierda y ha colocado en las listas sólo a personas de su confianza. También encaja el análisis con el anuncio de que no dimitirá pasado mañana, sea cual sea el resultado en las elecciones.

«Renzi constituye uno de los casos histórico-políticos más increíbles que se puede encontrar. En tres años su figura se ha dado la vuelta», opina Giovanni Orsina, profesor de ciencia política en la universidad Luiss-Guido Carli de Roma. «Se le vio al principio como a un joven enérgico capaz de resolver los problemas de Italia, por lo que se le dio crédito. En el momento en que no fue capaz de cumplir las expectativas, le cayó encima toda la frustración de la gente», sostiene.

En opinión de Orsina, Renzi «es un político que se pone en el centro de todo y se juega la cara». Después de perderla por primera vez en el referéndum de 2016, el ex primer ministro sabe que no le queda otra ahora que seguir haciendo callo y esperar el momento propicio para comenzar una nueva parábola.

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