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Emmanuel Macron, entre los presidentes de la Eurocámara y el Consejo Europeo, durante la cumbre de la Unión Europea. :: v. K. / efe
El futuro de Europa no pasa por Eurovisión

El futuro de Europa no pasa por Eurovisión

Tusk llama a trabajar unidos en una cumbre que confirma que el renovado eje Merkel-Macron sigue vivo para refundar el club

ADOLFO LORENTE

TALLÍN

Sábado, 30 de septiembre 2017, 00:41

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La excusa era hablar de la Economía Digital en un país, Estonia, que es referente europeo en este campo pero al que ayer el wifi jugó una mala pasada echando por tierra parte de su admirada reputación de cara a los corresponsales internacionales. Pero más allá de las jugarretas del destino y de la llamada agenda digital, de lo que se trataba era de seguir hablando de Europa, del futuro del club a 27, de si Angela Merkel tendrá fuerza suficiente en su país para recoger el guante del ambicioso Emmanuel Macron... Se habló durante la cena informal del jueves y se siguió hablando ayer porque todas las preguntas, todas, fueron en este sentido. También, cómo no, sobre el 'brexit', que oficialmente quedó fuera de la agenda para no dar alas a Theresa May aunque el ambiente es mucho mejor que hace un par de semanas. Al menos, ahora es respirable. ¿Y Cataluña? La sonada ausencia de Mariano Rajoy evitó que el tema estuviese encima de la mesa.

La cita, celebrada en Tallín, sirvió de preámbulo de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que los 28 celebrarán en Bruselas los días 19 y 20 de octubre. Allí, el presidente del Consejo, Donald Tusk, presentará la enésima hoja de ruta sobre el futuro del club. Tiene por delante dos semanas para meter en una coctelera la ambiciosa agenda reformista de Jean-Claude Juncker presentada en el Debate sobre el Estado de la Unión; las ideas defendidas por Macron el martes en la Sorbona y todo, atemperado con las limitaciones que Merkel tendrá en el futuro Gobierno alemán, llamado a una imprevisible 'coalición Jamaica' con los duros liberales y Los Verdes.

De momento, lo que Tusk sí tiene clarísimo es lo que no hay que hacer. Ojo con este dardo cargado de intención y sobredosis de sorna: «Aunque algunos puedan pensar que es una especie de concurso de Eurovisión, y quizá lo sea, estoy personalmente convencido de que juntos haremos buen uso de las nuevas ideas si cantamos al unísono». Fuentes de su equipo matizaron que no se refería a nadie en concreto, pero el aviso a navegantes da que pensar.

El polaco, que calificó de constructivo el debate sobre la cena, explicó que tendrá en cuenta tres claves: encontrar soluciones reales para problemas reales; la necesidad de avanzar paso a paso y tema a tema, y hacer todo lo posible para que los 27 se mantengan «unidos» cuando el 'brexit' sea una realidad el 29 de marzo de 2019. Y es que Tusk, como también el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, es partidario de seguir avanzando a 27, de la mano y a la misma velocidad, más allá de asuntos concretos. Por cierto, Juncker dijo estar «muy contento» de cómo se desarrolló el debate del jueves.

El «milagro» del 'brexit'

Quizá la gran noticia de la cumbre fue la constatación de que el renovado eje francoalemán liderado por Merkel y Macron sigue vivo, que las dudas generadas tras las elecciones alemanas del pasado domingo no han supuesto un paso atrás de la canciller para seguir avanzando en la agenda reformista planteada por París. Así lo confirmó la propia Merkel, que en declaraciones a los medios aseguró que «en lo referido a las propuestas, hay un alto nivel de entendimiento entre Alemania y Francia». Eso sí, no será un cheque en blanco. De hecho, nunca lo ha sido. «Todavía debemos discutir los detalles pero estoy firmemente convencida de que Europa no puede limitarse a estar, sino que tiene que seguir desarrollándose».

Ahora, la clave es la música, la melodía, y en este sentido, la UE sigue respirando vitalidad. Veremos qué sucede cuando llegue el momento de escribir la letra. Y aquí, el tiempo juega en contra de la UE. «Debemos aprovechar esta ventana de oportunidad que no durará más allá de un año», viene advirtiendo Juncker. Parace que todos se han conjurado para que sea así. Ellos ponen el compromiso y Macron, el verbo, una narrativa que encandila. «Creo que todos estamos convencidos de que Europa tiene que avanzar más rápido y fuerte para que sea más soberana, más democrática y esté más unida».

Si hay una gran preocupación ahora mismo encima de la mesa del Consejo es el 'brexit'. Es cierto que no estuvo en la agenda oficial, pero Juncker, interpelado sobre los supuestos avances sustanciales que según Londres se han dado para comenzar ya a hablar de la relación futura (se acordaría en la cumbre del día 19), no dejó lugar a dudas: «Sería un milagro que se den esos progresos de aquí a final de octubre», zanjó.

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