Secciones
Servicios
Destacamos
MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL
NUEVA YORK.
Miércoles, 7 de febrero 2018, 01:50
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Desde que Donald Trump ofreció su primer discurso sobre el estado de la Unión hace una semana, dos cosas le han estado perturbando: sus ratings y la escasez de aplausos en el hemiciclo izquierdo que ocupa la oposición. Lo primero lo ha arreglado tuiteando que tuvo la mayor audiencia de la historia, aunque no lo fuera ni de lejos. Lo segundo, acusando a los demócratas de «traición» a la patria. «Estaban como muertos. Y eso es antiamericano. An-Ti-Americano. Alguien dijo que eso es 'traición' y yo digo, sí, ¿por qué no? Ciertamente no parecen querer mucho a su país». La Casa Blanca ha pedido que no se tome muy en serio, pero la acusación es seria. La traición en EE UU está castigada con la pena de muerte y es uno de los pocos delitos tipificados en la Constitución. George W. Bush no pronunció esa palabra ni después del 11-S. Se asocia con regímenes dictatoriales de países tercermundista, donde sus líderes la aprovechan para encarcelar a sus enemigos políticos
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Horarios e itinerarios de la Semana Santa de Cádiz 2024
La Voz de Cádiz
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.