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Captura de un vídeo en el que se observa a algunos de los menores encerrados en la cueva. :: r. c.
La agonía de Tailandia para rescatar a los niños

La agonía de Tailandia para rescatar a los niños

Los especialistas debaten cómo sacar de la cueva a los doce futbolistas y a su entrenador, cuyo regreso a la superficie puede tardar meses

ZIGOR ALDAMA

SHANGHÁI.

Miércoles, 4 de julio 2018, 00:06

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Después de confirmar que están vivos, los equipos de rescate se enfrentan a una tarea todavía más complicada: extraer al entrenador y a los doce niños tailandeses que integran el equipo de fútbol Jabalí Salvaje de la gigantesca cueva en la que quedaron atrapados el pasado día 23. Hay consenso en el primer paso que deben dar: los chavales, de entre 11 y 16 años, deben recuperar las fuerzas perdidas antes de tratar salir de Tham Luang Nang Non. Los dos buceadores británicos que los encontraron el lunes, después de casi diez días sin comer, certificaron que se encuentran débiles, y ayer un equipo médico comenzó a nutrirlos con comida fácilmente digerible.

El debate, no obstante, está en qué hacer después. Y ninguna de las opciones que los expertos han puesto sobre la mesa es sencilla. La más obvia es sacar a los adolescentes por donde han entrado los espeleólogos. Pero a los profesionales les ha costado más de una semana llegar a Playa Pattaya, la cámara abovedada natural situada a unos tres kilómetros de la entrada a la cueva. Incluso después de haber puesto cuerdas en las paredes para moverse más rápido contracorriente, los efectivos de socorro tardan unas tres horas en cubrir el tramo que separa al grupo de la tercera cámara de la cueva, que es donde los rescatadores han establecido su campamento temporal. Y, por si fuese poco, ninguno de los niños sabe nadar.

LAS CLAVES

  • uDiez días sin comer El grupo sobrevivió sin alimentos hasta que el lunes pudieron ser localizados por los rescatistas.

  • uNo saben nadar Esta circunstancia complica el rescate porque varias cámaras de la cueva están sumergidas por el agua.

  • uOpciones posibles Se baraja enseñarles a bucear, horadar la roca o 'empaquetarlos' y tirar de ellos por los pasadizos.

Varios comentaron ayer la posibilidad de darles un cursillo rápido de buceo, o embutirlos en trajes sellados y arrastrarlos por los estrechos pasadizos inundados. Pero la primera opción llevaría mucho tiempo -el curso dura un mínimo de una semana con quien ya es buen nadador- y la segunda entraña bastantes riesgos, sobre todo si los niños sufren un ataque de pánico. «Bucear en una cueva es algo muy técnico y muy peligroso. Quizá sea mejor enviarles suministros hasta que se encuentre otra fórmula», comentó el coordinador de la Comisión de Rescate en Cuevas de Estados Unidos, Anmar Mirza, a la agencia AFP.

Bombear el agua al exterior

Los equipos de rescate podrían esperar a que las bombas saquen el agua de la cueva hasta un nivel en el que los niños puedan salir caminando o flotando ayudados por chalecos salvavidas. Pero para eso hace falta reducir el nivel en las zonas anegadas en más de un metro y, si bien estos días el tiempo ha dado un respiro, los meteorólogos esperan que las fuertes precipitaciones propias del monzón comiencen de nuevo hoy y que la cueva vuelva a inundarse. Teniendo en cuenta que la época de lluvias se alarga hasta octubre o noviembre, podrían pasar meses hasta que los futbolistas puedan volver a ver el sol. No en vano, las autoridades ya han encargado comida para cuatro meses.

Existe una tercera posibilidad: encontrar una ruta alternativa desde alguna de las aberturas en el techo de la cueva. Se están utilizando drones para encontrarlas y ayer también se mencionó la posibilidad de horadar la roca para sacarlos por el agujero, pero es una operación sumamente compleja que, además, puede tener consecuencias medioambientales. Y consecuencias legales son las que puede sufrir el entrenador de 25 años que permitió a sus doce pupilos adentrarse en la cueva, aunque Sky News afirmó que todavía no se ha tomado una decisión al respecto de la denuncia.

La prioridad es sacar a los trece sin percances, y parece que gana adeptos la opción de 'empaquetar' a los chavales en trajes de submarinismo y tirar de ellos hasta ponerlos a salvo. «La evacuación debe acelerarse, porque si llueve y aumenta el nivel del agua, la operación se puede complicar más», apremió ayer el ministro del Interior tailandés, Anupong Paojinda, que hizo entrever una tentativa esta misma semana. Pero también reconoció que es complicado para quien no sabe bucear y que, si hay algún problema con el equipo, «se puede poner en riesgo la vida». De momento, ayer las autoridades pidieron la donación de doce máscaras completas -tipo escafandra- de tamaño adecuado para los niños. Sin duda, encontrarlos vivos ha sido la parte fácil del rescate.

de junio. Ese día quedaron atrapados los doce integrantes del equipo de fútbol Jabalí Salvaje, de entre 11 y 16 años, y su entrenador en la cueva tailandesa Tham Luang Nang Non.

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