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La calle presiona a Maduro para votar

El transporte de Caracas cierra para dificultar las nuevas movilizaciones opositoras, que subrayan los desacuerdos en el seno del chavismo

MILAGROS L. DE GUEREÑO CORRESPONSAL

Jueves, 27 de abril 2017, 01:22

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Con la muerte de 12 personas en la cárcel de Puente Ayala, en el nordeste de Venezuela, como telón de fondo, dos nuevas marchas antagónicas paralizaron ayer Caracas y otras grandes ciudades del país, un nuevo episodio en una dinámica movilizadora en la que perdieron la vida una treintena de personas desde comienzos de mes.

Mientras las fuerzas del orden empleaban gases lacrimógenos para disolver concentraciones opositoras, los chavistas bailaban al ritmo del tambor y la salsa en la marcha «por la paz y contra el terrorismo» cerca de la caraqueña plaza de Morelos. La ciudad amaneció con los transportes públicos suspendidos y la mayoría de las estaciones de metro cerradas, como cada vez que se convocan protestas opositoras.

El oficialismo comenzó a concentrarse a las diez de la mañana para marchar hacia el Palacio de Miraflores, donde Nicolás Maduro esperaba a los suyos por la tarde. Según la estatal Agencia Venezolana de Noticias, más de 2.000 integrantes de diversas organizaciones estudiantiles, culturales, deportivas, políticas y sociales del Estado de Vargas partieron hacia Caracas para participar en esta acción de calle.

Por su parte, el objetivo de las protestas opositoras era manifestarse frente a las respectivas sedes locales de la Defensoría del Pueblo. Los antidisturbios, con gases lacrimógenos y cañones de agua, intervinieron en algunas ciudades.

La cárcel de Barcelona

Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda, aseguró que mantendrán las movilizaciones hasta que se cumplan las peticiones de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). «No es una subasta pedir respeto a la Asamblea Nacional, que fue elegida por más de 14 millones de venezolanos, tampoco lo es el canal humanitario para la llegada al país de comida y medicinas.

Tercero, no es negociable la liberación de los presos políticos, cuando hay más de 150 privados de libertad. Y el cuarto punto, el de elecciones, es un tema de voluntad política», dijo.

El líder de Primero Justicia subrayó los desacuerdos con las políticas de Maduro dentro del oficialismo y citó como ejemplo a la fiscal general, Luisa Ortega, que el martes sostuvo que «no se puede descalificar a quienes piensen distinto que nosotros». También recordó que la petición de elecciones generales «no es un capricho de la oposición» sino una propuesta del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer el Senado español aprobó, sin unanimidad y después de un acalorado debate, una moción pidiendo la «inmediata liberación de todos los presos políticos».

La ministra de Instituciones Penitenciarias, Iris Varela, dijo que en el penal de Barcelona, donde se encuentran 17 arrestados en relación con las protestas, «nueve detenidos fueron muertos por balas, dos por sobredosis de drogas y uno por contusiones». La revuelta se debió al cambio de sistema de gobierno en la prisión. Según Varela, un grupo desaprobaba «la nueva modalidad, basada en estudio, trabajo y disciplina, que se quiere implantar, y por eso se rebeló». «En las cárceles no mandan los grupitos, ni las mafias. Manda el Estado a través del Ministerio Penitenciario».

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