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Activistas contra el 'brexit' simulan una frontera en Carrickcarnon (Irlanda).
El 'brexit' cuesta 60.000 millones

El 'brexit' cuesta 60.000 millones

El canciller austríaco desvela la «enorme» factura que la UE pedirá a Reino Unido por salir del club de clubes, una cifra que Londres no aceptará

ADOLFO LORENTE

Viernes, 24 de febrero 2017, 00:25

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Confirmado. El encargado de anunciar el secreto a voces peor guardado de Bruselas fue el canciller de Austria, Christian Kern, quien desveló que esa «factura enorme» del 'brexit' a la que se refirió el martes el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, será finalmente de 60.000 millones de euros, como se había rumoreado en las últimas semanas. La UE ya tiene su cifra para empezar a negociar la salida de Reino Unido del club de clubes. No será fácil, ya que es una postura de máximos que jamás aceptará Londres, como ya han advertido varios ministros del Gobierno de Theresa May.

El equipo del negociador jefe de la UE, Michel Barnier, se había negado hasta la fecha a confirmar cualquier cifra para no saltarse su propio mantra: no habrá negociación hasta que Reino Unido no active el artículo 50 de salida contemplado en los Tratados, algo que ocurrirá antes de finales de marzo. Barnier lleva meses viajando por las capitales de los 27, compartiendo papeles, impresiones y propuestas, de ahí que quien pensase que podría ocultarse la cifra de la factura pecaba de ingenuo.

Ayer Kern, en una entrevista con Bloomberg, puso rostro para que el rumor se convirtiese en noticia: un total de 60.000 millones, que servirán para hacer frente a los muchos compromisos financieros que ya había adquirido el Estado miembro número 28 de la Unión (presupuestos, pensiones, funcionarios.). «Las negociaciones serán lentas porque la cantidad a la que tiene que hacer frente el Reino Unido es significativa», admitió. Hasta la fecha no se había posicionado como uno de los líderes más duros. Después de remarcar que «no se busca castigar a los británicos», advirtió de que puede ser duro para el Gobierno de May vender una realidad diferente a la que prometieron cuando confirmaron que seguían adelante con el 'brexit'. «El compromiso con los votantes era que iban a ahorrar mucho dinero y creo que habrá cierta decepción o frustración si al final sucede lo contrario», deslizó.

«Negociación dificíl»

El discurso del canciller austríaco coincide plenamente con el ofrecido por Juncker el martes durante una intervención solemne en el Parlamento federal de Bélgica. «Reino Unido tiene que saber que su salida de la UE no será a coste reducido o a coste cero, porque debe respetar los compromisos en cuya confección haya participado. Por tanto, la factura será, por decirlo vulgarmente, enorme». Y como también advirtió Kern, lo que viene por delante será de todo menos sencillo: «Será una negociación difícil y llevará años ponernos de acuerdo sobre las modalidades de salida y sobre la arquitectura futura de las relaciones entre Reino Unido y la UE».

Quizá sorprenda la unanimidad en el mensaje que se escucha en todas las capitales, pero en esta negociación, en la gran partida de ajedrez del siglo, los 27 parecen más unidos que nunca. Al menos de momento. Pero así como se llama a la firmeza, también hay un llamamiento para actuar con cierta cabeza para que nadie salga mal parado. «Debemos arreglar esto con un corazón no repleto de hostilidades», pidió el presidente de la Comisión, que ayer, precisamente, recibió a Enda Kenny, el primer ministro de uno de los países más afectados: Irlanda.

«No queremos tener fronteras duras entre Irlanda del Norte y la República. Queremos que las fronteras terrestres sean tan abiertas como sea posible. No queremos arriesgar el Acuerdo de Viernes Santo», recalcó en referencia al pacto que en 1998 puso fin al conflicto norirlandés. Juncker compareció junto al 'Taoiseach' (Kenny) tras reunirse con Barnier y reafirmar su compromiso de unión ante el 'brexit'. «Irlanda se está comportando como un miembro fundador de la UE. Es interesante decirlo, porque algunos miembros fundadores ya no se comportan como tales», subrayó el presidente de la Comisión en lo que fue una durísima crítica a otros Estados. ¿Cuáles? Todo apunta a Holanda, muy 'sensible' con la cita electoral del 15 de marzo.

Enda Kenny, por su parte, admitió que se enfrentan a un «gran desafío político» y recordó que el Acuerdo del Viernes Santo es «vinculante internacionalmente», por lo que pidió que el «lenguaje» en el que está redactado sea recogido en el futuro acuerdo que salga de las negociaciones entre Reino Unido y la UE.

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