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Una mujer camina por el vestíbulo de la Torre Trump en Nueva York con una careta de Hillary Clinton. :: Justin Lane / efe
Los hombres de Trump escalofrían

Los hombres de Trump escalofrían

Pone al frente de Medio Ambiente a un negacionista y en Trabajo a un alto cargo de una empresa del sector que peor paga

MERCEDES GALLEGO

Viernes, 9 de diciembre 2016, 00:28

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Al Gore y Leonardo Di Caprio son algunos de los ecohéroes que esta semana se han comido su orgullo para atravesar la puerta giratoria de la Torre Trump y tratar de convencer al presidente electo de que el cambio climático no es el 'cuento chino' que cree. «Extremadamente interesante», dijo Gore con cara de póker al salir. Se sabe que lo que mejor funciona con Trump es la adulación, así que no es difícil imaginar las malas digestiones que habrán provocado tantas sonrisas falsas, sobre todo al conocerse que el hombre que ha elegido para dirigir la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) es otro escéptico, financiado por las grandes petroleras.

Scott Pruitt es el fiscal general de Oklahoma, un Estado que no se caracteriza por su conciencia medioambiental aunque debería, dado el aumento de movimientos sísmicos que ha provocado allí la extracción de gas natural mediante la técnica del fracking. Su nombre apareció en el 'New York Times' hace dos años como cabeza de un grupo de fiscales generales de la América profunda que habían formado una «alianza secreta sin precedentes» con los líderes empresariales de la industria energética para combatir las regulaciones medioambientales de Obama. «No sólo es alguien que niega el cambio climático, sino alguien que ha trabajado de cerca con la industria fósil para hacer que este país sea más dependiente de ese tipo de energía», se quejó escandalizado el senador Bernie Sanders.

El nombramiento de Pruit es como poner al zorro a cargo del corral, ya que ha sido uno de los mayores enemigos de la Agencia Medioambiental que ahora dirigirá. A ella envió de su puño y letra y con papel membretado una carta en la que le acusaba de «sobreestimar» la contaminación del aire que causaban las compañías energéticas en Oklahoma con sus perforaciones, aunque luego se ha sabido que esa carta la redactaron los abogados de una de estas empresas, Devon Energy. En su nombre y en el de Continental Resources ha hecho lobby en el Congreso y ha trabajado para bloquear las demandas que interponen contra ellas los ciudadanos afectados. Con él Julia Roberts en Eric Brockovich no hubiera tenido más suerte que De Caprio y Gore en la Torre Trump.

Cada nominación del nuevo presidente provoca un escalofrío entre quienes se supone que han de proteger ese departamento de gobierno. Ayer se conoció el nombre del que será su secretario de Trabajo, Andy Puzder, consejero delegado de la empresa de comida rápida CKE que vende hamburguesas y burritos, uno de los sectores que peor paga. En los últimos años sindicatos y trabajadores han protagonizado una ofensiva para exponer las miserias que sufren quienes no pueden mantener a su familia con el salario mínimo, cuya subida ha apoyado el Gobierno de Barack Obama.

Bajar salarios

Puzder ha sido uno de los mayores críticos de esa subida frenada en el Congreso, pero implementada unilateralmente en algunas ciudades progresistas como Seattle o Nueva York. El empresario recuerda que cuando servía helados de joven cobraba «un dólar la hora» y sostiene que bajar los salarios es la mejor manera de mantener puestos de trabajo. Como contraataque propone automatizar todo y empezar a sustituir a las cajeras por pantallas táctiles. «Las máquinas siempre son amables, suben las ventas, nunca cogen vacaciones, ni llegan tarde, se caen o ponen una demanda por discriminación», defendió recientemente.

Eso tiene en común con el presidente electo, famoso por incumplir su pagos y contratar inmigrantes para reducir costes. Coinciden también en su gusto obsceno por los pechos femeninos que se desbordan en los anuncios de hamburguesas que hace Carl's Jr con personajes como Kim Kardashian y Paris Hilton, semidesnudas. «Me gustan las mujeres bonitas», ha replicado. Trump todavía tiene que hacer oficial su nombramiento, pero en la clase política y obrera el rumor descorazona a muchos.

«El secretario de Trabajo debe ser alguien que se despierte cada día pensando en cómo puede subir los salarios y luchar por los trabajadores», recordó el líder demócrata en el Senado Charles Schumer. «Puzde es exactamente lo contrario».

El que sí es oficial es el nombramiento de Linda McMahon como directora de la Small Business Administration, una posición a nivel de gabinete que apoya a las 28 millones de pequeñas empresas que emplean a alrededor de la mitad de la fuerza laboral del sector privado en EE UU. La elegida, según Trump «una de las mejores ejecutivas del país», dirigió entre 1994 y 2010 la World Wrestling Entertainment (WWE), organizadora de encuentros de lucha libre profesional que se ven en 650 millones de hogares de todo el mundo.

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