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Casas destruidas en la ciudad haitiana de Jeremie tras el paso del huracán 'Matthew'. :: HéCTOR RETAMAL / AFP
Haití teme ahora al 'ciclón' del cólera

Haití teme ahora al 'ciclón' del cólera

La contaminación de las aguas amenaza a varios millones de personas con esta epidemia, casi endémica en el país desde el terremoto de 2010

MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO

Domingo, 9 de octubre 2016, 00:41

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El sol que vuelve a brillar sobre Haití seca las pocas ropas y pertenencias recuperadas, expone más cadáveres -cerca de 900 según organizaciones no gubernamentales, casi 400 en el balance oficial provisional- y permite una difícil recuperación tras el paso devastador de 'Matthew'. Pero ahora hay miedo a que el cólera mate aún más gente y que el terrible huracán. Esta enfermedad, casi endémica en el país, ha causado ya 13 muertos y amenaza, junto a fiebres y enfermedades respiratorias, a los damnificados; en especial a cuatro millones de niños que, según Unicef, quedarán expuestos a estas infecciones por las pésimas condiciones sanitarias que ha dejado el temporal.

El doctor Donald François, jefe del programa contra el cólera del Ministerio de Salud haitiano, señaló que al menos hay otras 62 personas que han contraído este mal, que provoca diarreas tan intensas que matan en pocas horas si no reciben el tratamiento adecuado. «Estamos preocupados por el nuevo brote, que se extiende a varias zonas del país», dijo el médico a Reuters, y agregó que «la situación es particularmente difícil en Randel y en Puerto Pimienta».

Unicef indicó que su prioridad es garantizar el acceso de los niños al agua potable porque «las enfermedades transmitidas por aguas contaminadas son la primera amenaza para ellos» en estas situaciones. Marc Vincent, representante de Unicef en Haití, afirmó que «esta es la peor tormenta que se ha visto en décadas en Haití y el daño será sin duda significativo».

El organismo internacional concedió un fondo de 8 millones de euros para atender la segura extensión de la epidemia, que ya antes de la llegada de 'Matthew' había causado este año 240 muertos.

El cólera es uno de los efectos derivados del terremoto que en enero del 2010 destruyó el país más pobre del continente. Seis años después, y pese a los millones que la comunidad internacional fue aportando, la pobreza continúa siendo un estigma que sufren, a veces con resignación, las más con enojo, los haitianos obligados a vivir en condiciones lamentables.

Este nuevo y terrible fenómeno de la naturaleza ataca también a la frágil estabilidad política. El Gobierno interino ha debido posponer las elecciones generales previstas para hoy ante el estado de emergencia. «No es momento de elecciones, es momento de tristeza, pero necesitamos un buen presidente que nos ayude. Tenemos mucha necesidad. No tenemos dónde quedarnos, estamos como perros en la calle», dice una afectada a una televisión.

«Se llevó todos mis porotos (alubias), mi cama, no me queda nada», dice otra mujer. «Estoy contenta porque salió el sol y podemos lavar las ropas, que están llenas de barro», explica una mujer a la que el lodo le llega a las rodillas mientras enjuaga en un balde las ropas que después coloca en lo que queda de ramas de árboles y encima de las estructuras de las chabolas. Los pescadores están desolados. «No hay barcos ni redes para faenar», se queja un hombre a los periodistas.

A pocos kilómetros de distancia, en el oriente de Cuba la devastación en muy similar y la gente también camina entre escombros y barro. El meteoro azotó con la misma intensidad de monstruo devorador de categoría 4 de la escala Saffir-Simpson. A su paso por Baracoa, San Antonio del sur, y Punta de Maisí dejó un panorama idéntico al de Jeremie, la capital de la provincia de Grand Anse (suroeste), Los Cayos, y la comunidad costera de Port-a-Piment. Sus habitantes intentan recuperar sus enseres de entre un amasijo de m aderas, techos desaparecidos, y cables tendidos.

La diferencia sustancial entre ambas naciones caribeñas es que la evacuación preventiva, ordenada y obligatoria de los vecinos, dirigida por la Defensa Civil cubana, evitó las muertes. Nadie murió en Cuba.

Muertos en EE UU

No puede decirse lo mismo de Estados Unidos. La cifra de víctimas mortales causadas por 'Matthew' en ese país era anoche ya de diez. El huracán tocó ayer tierra en Carolina del Norte, donde causó al menos tres muertos, que se suman a otros tres registrados por las autoridades de Georgia y a cuatro más en Florida.

El ojo del huracán afectó ayer a la pequeña localidad de McClellanville y su cercanía a tierra está ocasionando serias inundaciones por lluvias torrenciales, que empiezan ya alcanzar a Carolina del Norte. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE UU señaló en su boletín de las 18.00 GMT (las ocho de la tarde en España) que 'Matthew' avanzaba hacia la más septentrional de las Carolinas.

El ciclón ha perdido fuerza y tiene ahora de categoría 1, se mantiene con vientos máximos sostenidos de 120 km/hora y se mueve con dirección noreste a 19 km/hora. El peligro es que en su periplo por el litoral del sureste estadounidense se refuerce con las aguas del mar y redoble su poder destructor.

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