Secciones
Servicios
Destacamos
DARÍO MENOR
Domingo, 25 de septiembre 2016, 01:02
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El Papa quería confortar en persona a los supervivientes y familiares de las víctimas del atentado de Niza del pasado 14 de julio, en el que fallecieron 86 personas al ser arrolladas por un camión conducido por un simpatizante del Estado Islámico. Pocos días después del ataque terrorista, trasladó a las autoridades eclesiásticas galas este deseo, que ayer se hizo realidad con la audiencia que brindó en el Aula Paolo VI del Vaticano a alrededor de un millar de vecinos de la ciudad de la Costa Azul. El Pontífice saludó durante 45 minutos uno a uno a todos los presentes, muchos de los cuales se emocionaron con este encuentro en el que participaron un buen número de niños. En un ambiente de dolor, dedicó palabras de ánimo a los adultos y besos y caricias a los pequeños.
Una vez más Jorge Mario Bergoglio no quiso asociar el islam al terrorismo y dedicó buena parte de su alocución a la misericordia, el pilar a su juicio de la fe cristiana. Aseguró que a los «asaltos del demonio» sólo puede responderse con «el perdón, el amor y el respeto al prójimo, aunque sea diferente» e invitó a las autoridades políticas a que construyan «sin cansarse» una sociedad «justa, pacífica y fraterna». Nadie debe, en definitiva, dejarse caer en la tentación de responder «al odio con el odio y a la violencia con la violencia». Haciendo honor al significado del término Pontífice (el que tiende puentes), añadió: «Establecer un diálogo sincero y relaciones fraternas entre todos, en particular entre los que creen en un Dios único y misericordioso, es una prioridad urgente».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.