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La justicia argentina alcanza al verdugo de Dilma Rousseff

Eduardo Cunha, impulsor del juicio político que echó a la expresidenta, a punto de perder su escaño de diputado

MARCELA VALENTE

Martes, 13 de septiembre 2016, 00:49

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Eduardo Cunha, el suspendido presidente de la Cámara de Diputados de Brasil y responsable de iniciar el proceso de juicio político a Dilma Rousseff que acabó el pasado 31 de agosto con la destitución de la mandataria, quedó anoche al borde de perder su cargo y sus derechos políticos durante diez años. Si hoy se confirma su propia destitución, Cunha se despide del fuero que lo protegió hasta ahora y deberá enfrentarse a la justicia penal por corrupción y lavado de dinero.

Poco antes de la sesión plenaria, Cunha advirtió que su casación «será un trofeo para el PT» (Partido de los Trabajadores), el partido de Rousseff. El proceso parlamentario por «falta de decoro» había sido iniciado hace un año por la Comisión de Ética de la Cámara, que lo acusa de haber mentido ante una comisión al negar que tuviera cuentas en el exterior que luego se supo que sí tenía.

Cunha insistió ayer en que su salida del Congreso iría a «fortalecer la tesis del golpe contra Dilma» y negó que si es apartado vaya a involucrar en hechos de corrupción a otros parlamentarios o a miembros del Gobierno de Michel Temer. No obstante, diversas fuentes indican que la Fiscalía fue consultada por una eventual colaboración de Cunha a cambio de una reducción de condena.

Temer y Cunha pertenecen al PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), que era aliado del PT, pero la colaboración que rompió con el Gobierno en 2015. Por eso Rousseff sostiene que su juicio político fue una farsa y un golpe de Estado. Temer era su vicepresidente.

Cunha fue el primero en alejarse del Gobierno. El entonces presidente de la Cámara garantizaba la aprobación de los proyectos del oficialismo hasta que las acusaciones de corrupción hicieron que el Ejecutivo le soltara la mano. En diciembre de 2015, ofuscado por no haber obtenido el apoyo que esperaba del Gobierno en la Comisión de Ética, Cunha firmó la solicitud de 'impeachment' de la presidenta. Así lo entendió Rousseff, que se declaró víctima de un chantaje.

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