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Algunos pasajeros esperan noticias con sus equipajes en los exteriores del aeropuerto Atatürk de Estambul. :: OZAN KOSE / afp
Golpe de muerte a la temporada turística

Golpe de muerte a la temporada turística

Turquía ha registrado hasta junio un 23% menos de visitantes que en 2015 por el boicot ruso y la inseguridad

LUIS ALFONSO GÁMEZ

Jueves, 30 de junio 2016, 00:29

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Los ataques terroristas registrados en los últimos meses amenazan con hundir una de las principales industrias de Turquía. Sexta potencia turística mundial detrás de Francia, Estados Unidos, España, China e Italia, el país recibió 37 millones de visitantes en 2014 -en comparación, a nuestro país llegaron 67 millones- y sufrió un ligero descenso el año pasado tras el boicot ruso por el derribo de un avión militar de ese país en la frontera con Siria a finales de noviembre. El sector representa un 4,37% del PIB turco, y las previsiones oficiales apuntaban hace unos meses a 50 millones de turistas y 50.000 millones de dólares (45.000 millones de euros) de ingresos para 2023. Tras el atentado de anteayer esas cifras son ciencia ficción.

«Los males para el turismo llegaron a Turquía con la primavera árabe. Entonces empezó a bajar el número de viajeros hacia ése y otros países de la órbita musulmana», dice Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), que agrupa a 3.500 empresas que venden el 80% de los billetes de avión. El segundo golpe, añade, fue la guerra de Siria y el tercero, el derribo del avión de combate ruso por cazas turcos el 24 de noviembre.

Este último incidente se tradujo en sanciones económicas de Rusia, incluidas la prohibición de vuelos chárter y de la venta de paquetes turísticos. Eso dejó «bastante tocado» al sector, porque «los rusos son sus principales clientes». Hace dos años visitaban Turquía 4,38 millones de rusos. Tras el boicot de Putin, las previsiones apuntaban en diciembre a que el país podía perder este año entre 2 y 3 millones de turistas rusos, y todo apunta a que se van a cumplir. «De enero a junio, el número de visitantes rusos ha caído más de un 97%», confirma Gallego.

Ya antes del atentado del martes, la Asociación turca de Inversores Turísticos calculaba que el país iba a perder este año unos 13.500 millones de euros por el bajón del sector. El Ministerio de Turismo turco anunció en mayo un descenso del 35% de los visitantes extranjeros mensuales hasta los 2,5 millones, un desplome -la mayor caída en 22 años- que el presidente de la CEAV atribuye a la 'desaparición' de los rusos. En los cinco primeros meses, el descenso acumulado fue del 23%. «Tras el anuncio de las sanciones por Putin, los 'touroperadores' rusos buscaron destinos alternativos para sus clientes en Grecia, Croacia, Italia y España». Nuestro país es uno de los competidores naturales de Turquía por el turismo de sol y playa, pero también ha sido hasta hace poco un importante emisor de viajeros.

Un 80% menos de españoles

Antes de la primavera árabe, en verano se sumaban a las líneas regulares que operan entre nuestro país y Turquía unos vuelos chárter que ahora ya no existen por la caída de la demanda, dice Gallego. «En la actualidad, viajan a Turquía cada año entre 7.000 y 8.000 turistas españoles en vuelos regulares, cuando en el máximo eran entre 35.000 y 40.000». A las puertas del verano, el atentado del martes ahondará en la crisis de un sector ya castigado por ataques en destinos turísticos como el del 12 de enero en Estambul, cerca Santa Sofía y de la Mezquita Azul, donde murieron doce turistas alemanes; el del 19 de marzo en la bulliciosa avenida Istiklal, en el que perdieron la vida tres turistas israelíes y uno iraní.

Ya no hay tiempo para una cierta recuperación de la demanda, posible de haber sucedido el ataque al aeropuerto Atatürk hace dos o tres meses, aunque «los gobiernos suelen tomar inmediatamente medidas para garantizar la seguridad de los visitantes. Esperamos para los próximos días cancelaciones, como ya ha pasado en otros casos similares». Gallego cree que en Turquía, como en Egipto tras la desaparición en mayo del vuelo MS804 de EgyptAir, «la temporada turística está perdida».

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