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Un hombre presencia el desbloqueo de la refinería de Donges, con una mascarilla y gafas. :: J. S. EVRARD / afp
Hollande mantiene su «firme» defensa de la reforma laboral

Hollande mantiene su «firme» defensa de la reforma laboral

El presidente francés defiende que es una ley «buena» y «progresista» mientras los sindicatos convocan nuevos paros para el 14 de junio

R. C.

Sábado, 28 de mayo 2016, 00:41

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La tensión desatada en Francia durante la discusión en el Parlamento de la reforma laboral, que esta semana ha debilitado incluso la unidad con la que era defendida dentro del Gobierno, obligó ayer a intervenir de nuevo al presidente de la república, François Hollande, que desde Japón, donde ha participado en la cumbre del G-7, declaró su defensa cerrada del texto legal. «Me mantendré firme», dijo, mostrando así su apoyo a su primer ministro, Manuel Valls, por segundo día consecutivo.

El texto divide a la mayoría socialista en el poder, ante la que Valls ha asegurado que «no va a tocar» su redacción. Hollande aplaudió el jueves estas palabras al apuntar que el primer ministro dijo «lo que había que decir», y ayer subrayó que el proyecto de ley «es una buena reforma de carácter progresista». El presidente intentó tranquilizar a la población, a la que aseguró que la prioridad del Elíseo es «hacer todo lo posible para garantizar el suministro de combustible a los consumidores, los servicios públicos esenciales y el transporte».

Los siete sindicatos y organizaciones de estudiantes que se oponen en la calle a la reforma lanzaron un llamamiento para intensificar los paros y protestas y convocaron la próxima movilización para el 14 de junio, coincidiendo con el inicio de los debates del proyecto en el Senado.

Philippe Martinez, secretario general de la Confederación General del Trabajo -impulsora y líder de la contestación a la ley- exigió una vez más la retirada del proyecto, que «no conviene al 70% de los franceses». Un sondeo parecía darle en parte la razón, al concluir que siete de cada diez franceses desean la retirada del texto «para evitar la paralización del país». Para hacer evidente este rechazo popular se disponen a poner en marcha lo que llaman «votación ciudadana».

Suministro a aeropuertos

Entretanto, la tensión bajó en el país, donde todos los depósitos de petróleo bloqueados fueron abiertos por las fuerzas de seguridad a excepción del de Gargenville (afueras de París), cuyos empleados estaban en huelga. Un 20% de las gasolineras del país tienen agotados los tanques de al menos alguno de sus combustibles. La Unión Francesa de Industrias Petroleras añadió que seis de las ocho refinerías del país continuaban con su actividad paralizada total o parcialmente. Las 19 centrales nucleares habían votado mayoritariamente por la huelga pero no apagaron los reactores, aunque en una decena de ellos hubo bajadas de tensión.

También los trabajadores de la terminal petrolera de Le Havre decidieron continuar con el paro en esta instalación, que abastece a los aeropuertos de París. El oleoducto que conecta Le Havre con el Charles de Gaulle y con Orly ha funcionado parcialmente. La Dirección General de Aviación Civil aconsejó a las aerolíneas que sus aviones reposten en el extranjero y lleguen a Francia con combustible para la ida y la vuelta. El objetivo es evitar que bajen las reservas.

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