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Imágenes del hundimiento de la embarcación, que transportaba a más de 500 personas desde la costa libia. :: afp y reuters
A las puertas de la tragedia en el canal de Sicilia

A las puertas de la tragedia en el canal de Sicilia

La dotación de dos buques militares salva a 562 inmigrantes de una embarcación sobrecargada que volcó en el mismo momento del rescate

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Jueves, 26 de mayo 2016, 00:52

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roma. Tanto los voluntarios como los militares de diversos países europeos, entre ellos España, que participan en las misiones de salvamento de inmigrantes en aguas del Mediterráneo central coinciden en advertir de que uno de los momentos más peligrosos de su tarea es cuando se acercan al barco con el que los extranjeros tratan de llegar a Europa. Hacinados, cansados por el viaje y desesperados por la inminencia de la salvación que tienen ante ellos, estas personas pueden provocar su propia muerte en esos últimos instantes antes de ser rescatados. En su ansia por conseguir un chaleco salvavidas y dejar cuanto antes la precaria embarcación en la que partieron de las costas norteafricanas, pueden pisotearse o provocar que la nave se desestabilice y acabe hundiéndose al agolparse todos en una borda.

Este último escenario se repitió ayer una vez más cuando dos barcos de la Marina militar italiana se disponían a socorrer a los alrededor de 600 inmigrantes que se encontraban en aguas internacionales, a 18 millas de las costas libias, en un viejo pesquero. La embarcación se dirigía hacia el sur de Italia tras zarpar desde el país norteafricano. Después de recibir una señal de socorro, la 'Bettica' y la 'Bergamini' de la Armada transalpina llegaron a la zona de donde partió la alarma para llevar a cabo el rescate, pero cuando los inmigrantes vieron acercarse a sus salvadores acabaron provocando que su propia embarcación volcase. Comenzó entonces una carrera contra el tiempo para evitar que se ahogaran. Los militares italianos lanzaron al mar cientos de chalecos salvavidas e intentaron sacar del agua a todos los extranjeros que pudieron. En la operación también participó un helicóptero que despegó desde la nave 'Bergamini'. El balance fue de 562 rescatados y 5 cuerpos sin vida recuperados.

La cifra final puede aumentar, pues las labores de rescate continuaron durante la noche para intentar localizar a más supervivientes o a otros fallecidos. Se teme que dentro del pesquero, que se hundió rápidamente, puedan haber quedado atrapadas otras personas. Según las autoridades, a este último desastre acaecido en el Canal de Sicilia contribuyó la inestabilidad del barco debido al gran número de viajeros que llevaba a bordo.

El Gobierno italiano teme que el flujo migratorio pueda crecer durante los próximos meses y se está preparando para aumentar el número de plazas en los centros de acogida. En lo que llevamos de 2016 ya han llegado por esta vía más de 40.000 personas a Italia. La Guardia Costera italiana, que coordina las operaciones de rescate en el Mediterráneo, comunicó que en los últimos tres días fueron rescatadas más de 6.000 personas en diversas operaciones en la zona del Canal de Sicilia. En ellas participaron efectivos de la Marina militar italiana y de los otros países que forman parte de la misión europea Eunavfor Med, buques de las ONG que colaboran con el socorro a los inmigrantes, así como mercantes que pasaban por la zona y remolcadores que operan en las plataformas petrolíferas libias.

Dudas sobre Libia

En un intento por hacer ver que existe un compromiso para atajar este flujo, el país norteafricano informó ayer de que desde el domingo fueron arrestados 1.400 inmigrantes que habían zarpado desde sus costas y se dirigían hacia el sur de Italia. Estas detenciones generan no pocas dudas, pues muchos de los inmigrantes que llegan a Europa a través de esta ruta cuentan que tuvieron que pagar a los oficiales libios para que les dejaran continuar su viaje.

Como cada vez que ocurre uno de estos siniestros, Europa volvió ayer a repetir que el camino para evitar que se repitan pasa por acabar con la caótica situación libia. El almirante Enrico Credendino, máximo responsable de la misión Eunavfor Med, recordó que sólo «con la estabilización del país norteafricano podremos bloquear a los traficantes». Consideró que el Gobierno liderado por Fayez al-Sarraj, apoyado por la ONU pero que sólo controla parte de la zona occidental del territorio, está dando «sus primeros pasos en esta dirección». El relanzamiento de la Guardia Costera constituye para Credendino «una señal importante». «En catorce semanas podemos formar a los primeros cien hombres en aguas internacionales, transportando allí nuestra nave escuela. En tres o cuatro meses los libios serán capaces de actuar de forma autónoma», aseguró el militar italiano.

Mientras llega este momento, el Ejecutivo de Matteo Renzi asegura que no va a dejar de auxiliar a los desesperados que tratan de llegar a su país por mar. «Primero los salvamos, luego veremos si son refugiados o inmigrantes irregulares. Nunca dejaremos de socorrer a alguien en el mar», prometió el ministro del Interior, Angelino Alfano.

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