Hezbolá acusa a rebeldes suníes de matar a su líder

El movimiento chií libanés Hezbolá acusó ayer a los extremistas suníes sirios de la muerte en Damasco de su jefe militar Mustafá Badreddine y prometió seguir luchando para defender el régimen del presidente Bashar el-Asad. Sin acusar a ningún grupo en particular, el movimiento chií dijo «haber probado que la explosión en la que murió el hermano comandante Badreddine se debió a un bombardeo de artillería de los grupos takfiris presentes en la zona», afirmó en un comunicado. El régimen sirio y Hezbolá denominan 'takfiris' a los grupos islamistas radicales suníes implicados en la guerra en Siria. Sin embargo, ninguno de los grupos rebeldes o yihadistas a los que Hezbolá combate junto a las tropas sirias ha reivindicado el ataque en el que el jueves perdió la vida Badreddine, el dirigente de Hezbolá de mayor rango muerto desde el asesinato en 2008 de su predecesor Imad Mughniyé.