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Miembros del Ejercito vigilaban ayer el entorno de la Estación Central de Bruselas antes de su reapertura. :: sur
«Estamos tranquilos, aunque deseando estar ya en España»

«Estamos tranquilos, aunque deseando estar ya en España»

Al secretario de Asaja Málaga, Benjamín Faulí, le sorprendió el atentado en Bruselas

Agustín Peláez

Miércoles, 23 de marzo 2016, 00:35

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El secretario general de Asaja Málaga, Benjamín Faulí, no olvidará fácilmente este 22M en Bruselas, ciudad a la que viaja con relativa frecuencia en sus calidad de representante de Frutas y Hortalizas de la organización agraria en el Comité de Organizaciones Agrarias de la Unión Europea (COPA). Siempre que acuden a la capital belga se mueve precisamente por la zona de la estación de Maelbeck, muy próxima a la Gran Place y la Dirección General de Agricultura europea, donde ayer se registró la explosión que acabó con la vida de, al menos, 34 personas y más de doscientos heridos. Por fortuna en esta ocasión no se encontraba en este enclave. «Es el lugar por donde me muevo, cojo el metro, el tren o el autobús», explicó el dirigente de Asaja en Málaga. Viajó a la capital de la Unión Europea para asistir al Foro para el Futuro de la Agricultura (FFA 2016), que organiza la multinacional biotecnológica Syngenta, un congreso en el que estaba prevista la intervención del comisario de Agricultura de la UE, el irlandés Phil Hogan, que finalmente no llegó a participar debido a los atentados.

Cierre del aeropuerto

«Estábamos a las ocho de la mañana en el Foro y me entere del atentado en el aeropuerto por un tuit. De inmediato llame a mi mujer y a mis padres para decirles que estaba bien y tranquilizarlos», explicó el secretario de la organización agraria de Jóvenes Agricultores en Málaga. Eran las ocho de la mañana.

Una hora y cuarto después se producía otra explosión en el corazón de la ciudad, justo en la zona institucional de la UE.

Faulí tenía previsto emprender el viaje de regreso a Málaga al mediodía de ayer, antes incluso de finalizar el foro. Sin embargo, el cierre del aeropuerto como consecuencia de las explosiones, se lo impidió. Comenzaba entonces la odisea de encontrar un vuelo para poder regresar a España.

«Ha sido complicado, pero con la ayuda de Asaja Sevilla y Málaga hemos logrado finalmente conseguir un vuelo mañana -por hoy- desde Amsterdam», explicó Faulí.

Inicialmente, junto a otros tres compañeros de Sevilla y Cádiz, barajó la posibilidad de trasladarse por carretera en un coche de alquiler hasta París (Francia), donde habían encontrado un vuelo con plazas libres hasta Sevilla que salía hoy por la tarde. Pero su gozo en un pozo. Al avanzar la mañana tenía conocimiento del cierre de las fronteras con Francia y Alemania. «Nuevamente tuvimos que buscar otras alternativas. Hemos estado tranquilos en todo momento, más que nuestras familias. Sabíamos lo que estaba sucediendo por los medios de comunicación, pero dentro del congreso no hemos tenido en ningún momento sensación de peligro», relató.

Tras toda una mañana de gestiones, incluso desde el mismo foro, los miembros de Asaja de Málaga, Sevilla y Cádiz consiguieron por fin encontrar plaza en un vuelo desde Amsterdam (Holanda) hasta Madrid, aunque su salida no tendrá lugar hasta hoy miércoles a las 21 horas.

«Syngenta, como organizadora del Foro, nos ha ampliado la estancia en el hotel de Bruselas una noche más, de lo contrario nos hubiéramos encontrado sin alojamiento. Además, nos ha organizado el traslado por carretera en un microbús desde Bruselas a Amsterdam», explicó Faulí, que pese a reconocer que ha estado tranquilo no ocultó su deseo de estar lo antes posible de regreso en Málaga.

«Ha sido muy difícil porque todos los vuelos estaban llenos por aquello de que es Semana Santa y porque éramos muchos los que estábamos buscando una forma para salir de Bruselas. Estamos tranquilos porque hemos conseguido un vuelo en el que volver, pero todavía no estamos en España», apuntó.

A Faulí le sorprendieron los atentados cuando ya se encontraba en el congreso. Una vez dentro, según reconoció, las autoridades aconsejaron a los asistentes que permanecieran en el centro de convenciones hasta finalizar el mismo como medida de seguridad. «Nos dijeron que no saliéramos ni circuláramos por la ciudad solos, y tal y como estaba la cosa, pensamos que era lo mejor que podíamos hacer», dijo Faulí.

Cuando por fin pudieron salir del congreso habían pasado ya las 17 horas. «Tuvimos que regresar al hotel en grupos. Nos hemos encontrado con las calles del centro casi desiertas y prácticamente todas cortadas, con bastante vigilancia», señaló Faulí, que calificó de «abatimiento» el ambiente que se respiraba en el centro neurálgico de Bruselas, una ciudad en la que en su anterior viaje hace tres semanas vio ya un aumento considerable de la seguridad.

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