Un instituto de Ronda, finalista en los 'Nobel del agua'

El proyecto que presentaron los alumnos de Ronda, llamado Derecall, consiste en un dispositivo ecológico de riego por evaporación y condensación de agua de lluvia, es decir consigue capturar la máxima cantidad de agua de lluvia mediante botellas PET reutilizadas para lograr mantener húmedo el terreno cercano de una manera eficiente.

El invento de los rondeños tuvo que pasar por un largo proceso antes de recibir este reconocimiento. Un proceso que finalizó con cuatro estudiantes de 2º de Bachillerato del centro educativo, en representación de todo el alumnado que lleva varios años trabajando en el diseño y puesta en marcha de este sistema de riego. Ellos fueron los que viajaron hasta Madrid para defender su propuesta denominada 'Del Derecall al Deracall' ante un tribunal especializado en la materia.

Los 'Nobel del agua' reúnen cada edición alrededor del 10.000 proyectos provenientes de todas las partes del mundo llevados a cabo por jóvenes (los participantes deben tener entre 16 y 21 años) de más de 30 países, con el fin de fomentar la sostenibilidad mediante el agua. Cada país elige a un proyecto ganador que se enfrentará al resto de los finalistas en la final internacional que tendrá lugar en Estocolmo, coincidiendo con la Semana Mundial del Agua. El proyecto ganador definitivo recibirá un premio valorado en 15.000 dólares.

En España, es la Escuela del Agua, bajo el patrocinio de la Fundación Aquae, la encargada de desarrollar la fase final, donde los de Ronda solo fueron superados por dos estudiantes ourensanos que han creado un sistema ecológico capaz de degradar toallitas higiénicas, llamado 'El gusano que se come al monstruo'.

El particular sistema de riego rondeño ha sido impulsado y realizado gracias al departamento de Investigación, Desarrollo e Innovación que el instituto de la Ciudad del Tajo puso en marcha hace unos seis años, y surgió gracias al programa Profundiza de la Junta de Andalucía, con el que se potencia la investigación experimental como forma de aprendizaje y de mejora de competencias del alumnado de los centros andaluces.

Este no es el único proyecto en el que ha trabajado el Instituto Martín Rivero, ya que son numerosos los proyectos que se están realizando movilizando a más de 300 alumnos y alumnas alrededor de la investigación experimental. Un trabajo reconocido con numerosos galardones en los últimos años.