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La zona donde desapareció la pequeña se ha llenado de juguetes y flores. FERNANDO TORRES

Las cámaras de seguridad grabaron a la pequeña Lucía andando sola por las vías del tren

La niña de tres años aparece caminando en dirección hacia Álora, localidad en la que fue hallado su cadáver en la línea del ferrocarril

Martes, 1 de agosto 2017

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La investigación sobre la muerte de la niña de tres años Lucía Vivar Hidalgo, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado junto a las vías del tren de la línea de Cercanías que une Málaga con Álora, arroja nuevos datos sobre lo ocurrido. Según confirmaron las fuentes consultadas por este periódico, la pequeña fue grabada por unas cámaras de seguridad caminando sola por las vías del ferrocarril junto a la estación de Pizarra, lugar en el que desapareció.

Asimismo, manifestaron que la pequeña andaba en dirección al punto en el que se halló su cuerpo, además de que, después, se aprecia en las imágenes a un grupo de personas que estaría buscando a la desaparecida.

En concreto, el cuerpo de Lucía fue hallado a primera hora de la mañana del pasado jueves a unos tres kilómetros de distancia –por las vías del tren– desde el punto en el que desapareció, un bar de Pizarra situado junto a la línea del ferrocarril en el que la niña se encontraba en una cena familiar. La pista se le perdió casi ocho horas antes de su hallazgo, pese a que todo el pueblo se volcó para localizarla con vida, con batidas en las que participaron más de 600 personas. Finalmente fue un maquinista de Renfe el que se encontró con el cadáver a la mañana siguiente cuando hacía la ruta entre Álora y Málaga.

Horas más tarde del terrible hallazgo, tras la inspección ocular del lugar y de haber recabado los primeros indicios, trascendía la hipótesis que desde el primer momento ha cobrado más fuerza entre los investigadores de la Guardia Civil que se han hecho cargo del caso. Ésta apunta a que la menor se despistó mientras jugaba, siguió la vía del tren desorientada a lo largo de tres kilómetros hasta que se cansó y se acurrucó en la vía. Tras ello, es cuando la pequeña podría haber sido golpeada por el tren, por lo que se trataría de una muerte accidental.

Esta es la hipótesis que siempre se ha mantenido como la más probable por parte de los agentes de la Benemérita. De hecho, la compleja autopsia que se le practicó al cadáver, que duró más de seis horas y en la que participaron hasta cinco forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga, reveló que la niña de tres años había fallecido por un traumatismo craneal y que su cuerpo no presentaba otras lesiones, ni siquiera en los pies ni en los brazos, aunque sí restos de grasa.

Estos resultados serían compatibles con la hipótesis de la muerte accidental por el golpe del tren. Además, en la vereda que une la carretera con las vías del ferrocarril en el punto en el que se encontró el cuerpo, tampoco se habrían localizado rastros de pisadas ni de huellas de vehículos, siempre según informaron las fuentes consultadas por este periódico.

Pero los resultados arrojados por la autopsia no son concluyentes, y los investigadores aguardan el informe final de los forenses. En concreto, se está a la espera del análisis de diversas pruebas que se le practicaron al cuerpo para determinar la hora exacta de la muerte de la pequeña, que en un principio coincidiría con la del paso del tren por la zona

En este sentido, se pronunció ayer el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, quien indicó que «todo está condicionado» al informe definitivo de los forenses en el que se reflejarán los resultados de las muestras enviadas a toxicología para determinar la hora exacta de la muerte de la niña, así como si hay otro tipo de heridas que en apariencia no hayan podido todavía ser conocidas. Pese a ello, Briones manifestó que, por el momento, todo apunta a la hipótesis mencionada anteriormente.

El trabajo de los investigadores de la Benemérita no ha cesado desde que se encontró el cadáver. Así, además del visionado de numerosas cámaras de seguridad, también han recabado el testimonio de los testigos de los hechos y han recorrido el camino que supuestamente hizo la pequeña por las vías del ferrocarril. Además, el tren también se trasladó hasta las cocheras de Los Prados para practicarle diversas pruebas periciales.

Pese a que la hipótesis del accidente es la que tiene más fuerza, los investigadores siempre han mantenido todas las líneas de investigación posibles abiertas, con la intención de descartar si en realidad pudo ocurrir otra cosa. Por ello, siguen realizando entrevistas a testigos de los hechos, entre ellos los padres de la niña que en la mañana de ayer acudieron a la Comandancia de la Guardia Civil en Málaga, según Briones.

No aventurar conjeturas

Por su parte, el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, también se refirió ayer a este caso y pidió «prudencia» sobre la muerte de Lucía. Así, aconsejó que no se «vayan a aventurar determinadas conjeturas ni adelantar qué pasó» ya que la investigación de la Guardia Civil «no ha culminado».

Zoido insistió en que habrá que esperar a que acabe la investigación de la Guardia Civil, unos resultados que se harán públicos «cuando se entreguen a la autoridad judicial». Además aprovechó la ocasión para referirse a la experiencia demostrada de la Policía Judicial del Instituto Armado, «que funciona de manera extraordinaria y sabrán dar la hipótesis más verosímil de la causa de esta desgraciada muerte».

El subdelegado del Gobierno en Málaga se pronunció en este mismo sentido durante una rueda de prensa, en la que aseveró que «hay que mantener toda la prudencia» y esperar a que las pesquisas que están realizando los agentes de la Guardia Civil concluya. La investigación para esclarecer lo que le ocurrió a la pequeña Lucía permanece abierta.

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