Campillos recurre a camiones cisterna para garantizar el suministro en los próximos días

Campillos lleva varios días experimentando continuos cortes en el suministro de agua potable ante el estado «crítico» en el que se encuentran los depósitos. Así lo explicó ayer a SUR el alcalde del municipio, Francisco Guerrero, quien se mostró preocupado por lo «complicado» de la situación: «Hemos recurrido a dos camiones cisterna con un total de 35.000 litros de agua apta para el consumo». Esta medida, que entra hoy en vigor, sumada al desvío hacia el núcleo urbano de un depósito destinado a abastecer a un polígono industrial, «debería ser suficiente para volver a la normalidad». Según fuentes municipales, ayer fue un día «especialmente duro» y decenas de personas han acudido al Consistorio exigiendo soluciones.

Además de la reestructuración del suministro y los camiones, Guerrero hizo un llamamiento a los vecinos «para no llenar las piscinas con agua potable». De hecho, explicó que desde el Ayuntamiento ofrecen «una solución gratuita, mediante camiones que transportan agua de los pozos no aptos para el consumo». El alcalde considera que «la concienciación» es «fundamental para salir de esta situación». «Es que no hay agua, literalmente», aseveró. Además, aseguró que en el Consistorio se están planteando «movilizaciones hacia el resto de administraciones públicas, instándolos a poner fin a el problema».

Campillos tiene 8.600 habitantes, «una población que de momento supera la capacidad de abastecimiento actual de los depósitos». S. G., vecino del municipio, explicó a SUR que «hay decenas de casas en las que no sale agua del grifo». Afirmó conocer gente «con gastroenteritis por la mala calidad del suministro», algo «intolerable» y que necesita «medidas urgentes con las que encontrar alguna solución». La problemática no afecta sólo al consumo doméstico, ya que los edificios públicos, como el IES Manzano Jiménez, también se están viendo afectados. La jefa de estudios del centro, Lucía Romero, relató las dificultades suscitadas por la falta de agua potable: «En el colegio estamos fatal; somos muchos alumnos y profesores en un mismo edificio».

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