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Iván Gelibter
Miércoles, 25 de enero 2017, 15:16
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Antonia Ledesma se ha levantado esta mañana como alcaldesa de Alhaurín, y por ahora lo va a seguir siendo. La moción de censura presentada por la oposición y cuya sesión dio comienzo a las 12 horas no ha salido adelante; no por falta de votos, sino porque la misma no ha llegado a votarse tras un embrollo legal que ha durado 100 minutos. La sesión, además, ha sido continuamente interrumpida por el público de ambos bandos ante el silencio de la presidencia de la mesa y de la secretaria.
Precisamente ha sido la figura de la Secretaría General la auténtica protagonista de la jornada. Como se dicta en una moción de censura, la presidencia del pleno la ostentan los ediles de mayor y menor edad. En este caso el de mayor edad era Francisco Guerrero (Por Alhaurín) y la de menor edad Marina Maldonado (PSOE). Desde su composición, la oposición ha presentado una cuestión de orden, considerando que, "dado que la ley no establece quién ostenta el voto de calidad" si hay empate, consideraban aplicable la ley 40/2015 sobre los órganos colegiados de la administración, y en cuyos puntos establecen que el voto de calidad se ostenta por el miembro de mayor rango (en este caso ambos son ediles), seguidos de la antigüedad y la edad. Maldonado (PSOE) tomó posesión en junio de 2015, mientras que Guerrero lo hizo en febrero de 2016. Tras pedir a la secretaria que aclarase esta posición, ésta se ha negado, convirtiendo la sesión en un bucle infinito y sin avances en los puntos del día.
Después de 30 minutos, la propia secretaria ha aclarado que seguía teniendo valor su informe presentado ayer que establecía que el voto de calidad lo tiene el edil de mayor edad -algo que no aclara la ley-, por lo que el pleno ha proseguido, pero tanto Maldonado como Guerrero han manifestado -hablando uno por encima del otro- que cada uno de ellos ostentaba la presidencia. Entonces, ambos concejales han procedido a leer informes sobre la legalidad o no de la moción, una cuestión que no estaba en el orden del día, y que ha provocado que desde la bancada de la oposición se escucharan gritos de "prevaricación", dirigidos a la secretaria.
En esta cuestión, la oposición ha insistido que en la edil del PP no podía ser considerada tránsfuga porque para ello debía estar en el grupo de no adscritos. Pese a que en 2013 esta misma secretaria consideró en una situación similar que la expulsión de un partido no era motivo de paso al grupo no adscrito, el cambio de criterio daba la razón al equipo de Gobierno. Sin embargo, este paso a no adscritos- tal como SUR ha tenido constancia- no se ha hecho oficial en ningún pleno, por lo que a día de hoy Mari Francis Fernández sigue perteneciendo al grupo municipal popular.
Una vez el edil de mayor edad consideró que la moción no se ajustaba a derecho, levantó el pleno acompañado por sus compañeros de partido, pero también por la secretaria, por lo que la sesión estaba condenada a acabar.Aunque la información irá avanzando a medida que pase el día, de momento fuentes de la oposición han asegurado que la Secretaría Municipal podría haber "prevaricado", y además de iniciar acciones legales para revertir la moción de censura de hoy, no descartan también estudiar la posibilidad de ir contra la secretaria. Asimismo, califican de "atentado a la democracia" lo ocurrido, así como otra muestra de la falta de la misma en el municipio.
Por su parte, Ledesma ha reiterado que lo sucedido se ajusta a derecho, y ha criticado las "falta de educación y las amenazas" sufridas a su juicio por la secretaria a manos de la oposición, a los que apeló a ganar la Alcaldía "en las elecciones de 2019".
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