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Julio Salom Herrera. :: v. melgar
«Los legionarios siempre se  crecen frente a la adversidad»

«Los legionarios siempre se crecen frente a la adversidad»

Tras dos años en el mando, abandona este «trasatlántico», como él mismo lo define, triste por lo que deja atrás, pero feliz por impulsar su rumbo

J. J. BUIZA

Domingo, 18 de diciembre 2016, 01:49

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Julio Salom es un coronel curtido en muchas batallas, pero confiesa que ha tenido unos días con «la emoción a flor de piel». Han pasado los dos años de mandato reglamentario al frente del Tercio Alejandro Farnesio IV de la Legión y es hora de hacer las maletas. Atrás deja muchos amigos y una ciudad que lo ha enamorado.

¿Con qué se queda de estos dos años a nivel profesional y personal?

Por un lado tengo la pena de dejar esto y, por otro, la satisfacción porque han sido dos años muy intensos. He tenido la suerte de que el Tercio ha ido en este tiempo a dos misiones, a Irak y al Líbano. Y luego todo el ciclo anual de preparación, con ejercicios y maniobras, salpicado de tantas colaboraciones y actuaciones, como los 101 Kilómetros, el concierto de la Maestranza, la Semana Santa... siempre relacionándonos con la gente. En fin, ha sido un periodo intenso, conviviendo con los rondeños, haciendo amigos. Estamos en la fase de despedida, que es la peor, pero la vida es así.

¿Ha sido más o menos como esperaba cuando fue nombrado?

Los tercios van siempre a muchas revoluciones. Y cuando uno llega, o te pones a las mismas revoluciones o te quedas descolgado. Desde fuera esperan mucho de nosotros y tienes que ponerte a tope.

¿Ha cambiado algo en el Tercio desde que llegó hasta su marcha?

Intento mejorar, pero no soy de cambios drásticos. El Tercio es un trasatlántico que tiene un rumbo y una velocidad que hay que impulsar y apoyar. La misión de un coronel no debe ser tanto de cambiar como de crear espacios de trabajo, dejar que la Bandera se instruya, que esté en el campo y hacer una apuesta cultural e institucional de puertas afuera. Aún así, como jefe del acuartelamiento hemos intentado ordenar un poco el cuartel, mejorar la calidad de vida de la tropa, que siempre es importante. En lo que se refiere a instrucción y entrenamiento, en un periodo de dos años con dos misiones, con gente fuera, hemos estado limitados. Ha sido una parte más complicada, pero estamos para hacer misiones y tener dos en dos años es un privilegio.

¿Qué impresión le deja Ronda?

Pues una maravilla, de ciudad, de comarca y de gente. He hecho muchos amigos y con ganas de no perder el contacto nunca.

¿De qué manera ha intentado cuidar las relaciones de La Legión con la ciudad?

Yo creo que estaban en buenas condiciones. Así me las encontré y creo que las ha dejado también bien. Tenemos que intentar siempre ganarnos el apoyo de la población civil por el bienestar de nuestros hombres. Y por el lujo de vivir aquí en esta ciudad y que la gente nos quiera, que eso es importante.

Usted estuvo al frente del contingente español en Irak. ¿Fue duro?

A las misiones sabes a lo que vas y estás mentalizado. Fue duro porque fuimos los primeros, las condiciones de vida eran bastante precarias al principio. Pero los legionarios, ante la adversidad, siempre se crecen. Ante lo difícil, dan la talla diez veces más. Hemos sido pioneros en abrir misiones. Es raro que haya una misión que no la empiece la Legión.

¿Cómo ha sido vivir los 101 desde la organización?

La organización es compleja. Hay una parte de logística muy gorda. Tenemos que dar de comer a casi diez mil personas, entre organización, voluntarios y corredores. Luego están los puntos de avituallamiento. Y si hablamos de la logística sanitaria, el control de itinerarios, el apoyo a los medios de comunicación, telecomunicaciones, la parte deportiva... Es una carrera que tiene nombre pero porque está muy bien organizada.

¿Le ha dado algún consejo a su sustituto, el coronel Ramón Armada?

Nada, que disfrute lo primero y ya está. Lo demás lo trae él: la ilusión, el trabajo y las ganas. Lo único que le he dicho es que sea feliz porque esto es un premio que nos dan a los coroneles. El Tercio de Ronda es posiblemente el mando dentro de los coroneles de mayor prestigio. Es un destino para darle gracias a Dios, trabajar y disfrutar.

¿Cuál será ahora su destino?

De momento no lo tengo. Me voy a Madrid en comisión de servicio unos meses y creo que para el verano sabremos un poco más.

¿Qué es lo que más echará de menos de Ronda?

No es el día para preguntármelo, porque estoy totalmente emocionado. Pero claro: los amigos, el paisaje, el salir a correr por las mañanas y ver el valle, las marchas, la vida del cuartel... Es un privilegio lo que he tenido aquí.

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