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Una de las máquinas de desbroce, junto al helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía.
La Base Aérea ya tiene agricultor

La Base Aérea ya tiene agricultor

Un olivarero de Archidona cultivará 26,7 hectáreas en el recinto militar a cambio de mantener desbrozada toda la finca

Francisco Jiménez

Viernes, 26 de agosto 2016, 00:50

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Aunque a priori pueda resultar chocante, la Base Aérea de Málaga reúne las condiciones idóneas para el cultivo del aguacate o para la siembra de hortalizas. Si no, que se lo pregunten a Juan Francisco Casado, un agricultor de Archidona que siempre se ha dedicado al olivar y que ahora pretende probar suerte con los subtropicales en el interior del recinto militar tras hacerse con la concesión que acaba de adjudicar el Ministerio de Defensa para, de una forma barata, mantener siempre a punto y libre de maleza toda el complejo. Ésa es la solución que el Ejército del Aire ha adoptado para garantizarse la prestación de este servicio sin tener que soltar un solo euro, ya que a cambio de estos trabajos y de un canon simbólico de 780 euros anuales, el adjudicatario tiene derecho a explotar durante los próximos cinco años (prorrogables por otros cinco más) un total de 26,7 hectáreas de terreno agrícola. «No tenía ni idea de que en la Base Aérea había parcelas para cultivar hasta que me enteré por su periódico (ver SUR, 30/3/2016) de que Defensa había ofertado la posibilidad de trabajar la tierra a cambio de tener desbrozada la parte más próxima a las pistas de vuelo y el perímetro, así que decidimos presentarnos», explica Juan Francisco.

Como este archidonés, en la Base Aérea reconocen que durante esos días recibieron un aluvión de llamadas de personas interesadas en el contrato, aunque finalmente no fueron demasiados los que acabaron presentando una oferta. Juan Francisco sí que se lanzó en cuanto visitó la finca. «Me dedico al campo, aunque solo al olivar en unos terrenos que tenemos entre Archidona y Villanueva de Algaidas. Pero al surgir esta posibilidad entendimos mi mujer y yo que era una buena oportunidad de negocio y, además, diversificar nuestra actividad para no depender únicamente de los olivos», comenta.

Tras formalizarse el contrato hace unas semanas, el primer encargo del nuevo adjudicatario ha sido retirar toda la vegetación acumulada en el entorno de las pistas, que se ha tenido que realizar mayoritariamente por la noche para no afectar al continuo trasiego de aviones. En cuanto a los terrenos a explotar, actualmente hay aguacates, limoneros y almendros, pero la intención de este agricultor es aprovechar la mayor parte de las 11,1 hectáreas de tierras de labor que hay libres para sembrar mangos y más aguacates, en función de la disponibilidad de riego que tenga. «Aunque estamos sujetos a las lógicas medidas de seguridad al estar dentro de un recinto militar, a la hora de cultivar los terrenos tenemos libertad», precisa. De hecho, en el pliego se establecía como mejora la plantación de adelfas al borde del camino perimetral, pero los responsables de la Base Aérea le han dejado la puerta abierta para que plante cualquier especie cuyos frutos le puedan resultar beneficiosos, siempre que se trate de árboles que crezcan rápido.

Terrenos a cultivar

Los terrenos destinados a aprovechamiento agrario se encuentran distribuidos fundamentalmente por la parte más próxima a la carretera de Churriana y al este del acceso principal, aunque lo suficientemente alejado de las pistas de vuelo para no afectar al tráfico aéreo. Hace años se llegó a cultivar una superficie mayor de la ofertada actualmente, aunque poco a poco se fue restringiendo para tener controlada la población de aves. Se trata de sendas parcelas dedicadas al cultivo del aguacate (1,8 hectáreas), almendro (1,9), limonero (1), otras tres que suman 11,1 hectáreas para tierras de labor, otra de 7 para pastizal y la última de 3,9 que están sin uso en la que está previsto plantar unos 900 olivos.

Al tratarse de un complejo militar, las limitaciones de acceso en materia de seguridad son máximas, de forma que el adjudicatario tiene prohibido subcontratar cualquier tarea y todo el personal y medios que sean empleados deberán disponer de la preceptiva autorización de entrada. Igualmente, también está obligado a cumplir una cláusula de confidencialidad para impedir la divulgación de aquella información a la que se tenga acceso.

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