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Juan Cano
Viernes, 6 de mayo 2016, 17:20
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La familia del detenido como presunto asesino de Lucía Garrido se ha puesto en contacto con este periódico para dar su versión. Aseguran que el sospechoso, que continúa en prisión por estos hechos, estaba haciendo el examen práctico del carné de conducir el 30 de abril de 2008, día que Lucía fue encontrada muerta en la piscina de la finca Los Naranjos, donde vivía, situada en Alhaurín de la Torre.
De hecho, la defensa del arrestado ha solicitado al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de la capital, que es quien lleva el caso, su puesta en libertad bajo el argumento de que el investigado estuvo en Málaga entre las 09.00 y las 14.00 horas para la prueba de conducción, regresando después a Fuengirola con el grupo de alumnos de la autoescuela en la que estaba matriculado, por lo que, a su juicio, tiene coartada para el crimen.
Sin embargo, el magistrado ha denegado su petición al entender que el horario del examen práctico no sería incompatible con su participación en el asesinato. La familia insiste en que debe profundizarse en esta línea de investigación y también en la del ADN encontrado en la llave, que ha supuesto su detención ocho años después del suceso. En su interrogatorio, el sospechoso dio un nombre que, según Asuntos Internos, correspondería a un exguardia civil también preso por esta causa como presunto autor intelectual del crimen. En concreto, dijo al juez que el exagente le había tendido una trampa porque le debía dinero.
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