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El Pozo Tía Juana.
Una ruta por los antiguos pozos

Una ruta por los antiguos pozos

Las fuentes donde el pueblo hacía cola décadas atrás se han convertido en reclamos turísticos que acaban de ser objeto de un plan de embellecimiento

J. J. Buiza

Lunes, 18 de enero 2016, 17:17

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Algunos vecinos de Alpandeire todavía se acuerdan bien de aquellos años en los que tenían que guardar cola frente a los pozos y las fuentes del pueblo. Y es que las grandes sequías que asolaron la tierra durante las décadas de los 50 y los 60 eran habituales y estos lugares eran la única opción para recoger unos pocos litros de agua. Hoy, pocos imaginan un problema similar en un municipio que presume de ser uno de los de mayor riqueza hídrica del Valle del Genal, tanto que desde Alpandeire se abastecen otras dos localidades vecinas.

Así las cosas, los panditos (gentilicio con el que se conoce a los habitantes del pueblo) observan hoy estas estructuras de antaño con una mirada muy diferente, y más después de que recientemente hayan sido objeto de un plan de mejoras y embellecimiento. Las marcas de las sogas y los cubos que en su día se empleaban para sacar el agua todavía se aprecian en algunas de las piedras de los pozos, pero conviven con rejas de forja, carteles turísticos y focos de iluminación que dotan al conjunto de una imagen muy distinta a la de entonces.

El objetivo de esta actuación, que ha afectado en total a cinco rincones del casco urbano, ha sido la puesta en valor de esta parte del patrimonio histórico y cultural de Alpandeire. Por una parte, se ha intervenido en el Pozo Tía Juana y en el Pozo Nuevo, que antes se encontraban tapados y en un deficiente estado de conservación. Allí, se ha instalado una reja de seguridad, señales de metal con los nombres y focos de alumbrado que les dan un encanto especial durante las noches.

Todo ello respetando las piedras originales que se usaron para su construcción, enmarcadas por las mismas paredes encaladas que han sido testigos del paso de varias civilizaciones.

Por otro lado, se ha llevado a cabo el acondicionamiento y mejora del Pilar de la Terra, donde también se ha colocado una placa identificativa, y del pilar ubicado junto a la escuela del pueblo. Este último era antiguamente un abrevadero para el ganado, donde se han ejecutado trabajos de revestimiento en piedra y obras de fontanería para reemplazar el agua que manaba (que no era potable) por agua corriente.

Por último, se han realizado arreglos en la llamada Fuente del Granaillo, donde también se ha colocado un revestimiento de piedra exterior a modo de protección y de embellecimiento, se ha instalado un cartel informativo y se la ha dotado de nueva iluminación.

5.000 euros

Desde el Ayuntamiento señalan que el presupuesto total de estas obras ha rondado los 5.000 euros, cantidad que se ha sufragado a través del Plan de Concertación de la Diputación de Málaga. Además de la revalorización de los pozos y fuentes, este proyecto ha servido para contratar durante un periodo de 20 días a tres personas: dos oficiales de albañilería y un peón, trabajadores que se encontraban inscritos en la bolsa de empleo municipal.

«Con todo ello se pone de manifiesto que, con unos recursos escasos pero con grandes dosis de voluntad e imaginación, se ha conseguido volver a poner en valor diferentes puntos que forman parte del rico patrimonio histórico y cultural de Alpandeire», recalcan fuentes del Consistorio sobre la actuación que se ha llevado a cabo.

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