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Jordi Martí, con sus agujas.
Jordi, el butanero antequerano que hace crochet

Jordi, el butanero antequerano que hace crochet

Comenzó a aficionarse a esta labor hace siete años tras una operación de su mujer y ahora posee más de 100 revistas y tres colecciones por fascículos

Mar García

Sábado, 24 de octubre 2015, 01:01

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El antequerano Jordi Martí no solo es conocido por la simpatía que derrocha entre los vecinos de la comarca de Antequera cuando va a dejarles las bombonas de butano, también se ha hecho famoso con el sobrenombre de el butanero que hace crochet. Y es que Martí empezó a aficionarse por el crochet en 2008, cuando su esposa se encontraba convaleciente en el hospital tras una operación. Martí pensó que esta actividad de costura entretendría a su mujer pero a ella no le entusiasmó demasiado, así que fue él quien comenzó a interesarse por el ganchillo viendo todo lo que se podía conseguir, desde un simple tapete hasta una colcha para la cama. Además, se dio cuenta de que la complicación de aprender crochet le relajaba, que desconectaba de todo y le llevaba a un estado de tranquilidad.

Así fue como dio sus primeros pasos hacia una actividad generalmente realizada por mujeres. Para Martí, el crochet, el punto o la costura en general, siempre ha estado enfocada hacia las mujeres e incluso las revistas se dirigen al público en femenino. Es un mundo muy sexista, muy pocos hombres lo practican. Cuesta entender que hayamos avanzado tanto en unas cosas y nos hayamos adaptado a ellas, y en otras, como la costura, no se haya cambiado apenas nada, señala Martí, quien recuerda que al principio, las mujeres de los pueblos de la comarca, clientas de la empresa para la que trabaja, no se creían que hiciera crochet, hasta que les hablaba de las agujas e hilo que utilizaba y veían que me interesaba por las labores que ellas hacían y las técnicas que usaban.

Aunque sorprendidas, poco a poco se fue corriendo la voz en los pueblos de que el butanero hacía crochet y estaban encantadas de enseñarle sus trabajos y aconsejarle en lo que pudieran. Antes yo pedía consejos a las mujeres sobre un punto u otro y ahora, en algunas ocasiones, son ellas las que me lo piden a mí. Yo estoy encantado porque es agradable y bonito hablar sobre esto, señala Martí, a quien le gustaría pasar más tiempo hablando o viendo las labores de crochet que realizan las mujeres pero no puede porque trabaja. Es por ello que está aprendiendo a base de revistas, libros, internet y youtube. Durante estos años ha comprado más de 100 revistas y tres colecciones por fascículos. Tiene todos los tamaños de aguja, desde la número 16, de medio milímetro de ganchillo, hasta la aguja de 200 milímetros de punto, agujas circulares para hacer prendas y evitar costuras, entre otras.

Desde hace siete años

En estos siete años, Jordi Martí ha confeccionado multitud de prendas y objetos. El primero fue un camino para la mesa y a éste le siguieron tapetes de diferentes tamaños e incluso tiene uno hecho con hilo de coser, patucos y ropita para bebés, mantas de cuna, broches, tops de tirantes, una colcha para su cama, rebecas, jerseys, bufandas, pulseras, pendientes, abanicos para novias, adornos, flores, una manta para su perrita y hasta un bikini para su nuera. Le dedica una hora todos los días, después de cenar y las mañanas y algunas tardes durante los fines de semana.

Hace dos años empezó a hacer punto por cambiar y ya lo domina bastante, y aunque señala que lo más complicado es el calado, cuando lo descubrió le encantó. Jordi asegura que el punto le gusta tanto como el crochet y ya ha hecho varias mantas, bufandas, gorros, jerseys para toda la familia e incluso de cuello alto para su hijo, entre otras prendas. Estoy muy entretenido ya que se pueden hacer muchas cosas con cualquier material, incluso con alambre. Cualquier cosa que caiga en mis manos, hasta cuerda, lo mismo hago fino que basto, señala Martí con la simpatía que le caracteriza.

Hace unas semanas también aprendió a coser para unir las piezas de la manta que está realizando en estos momentos, hecha con cuadrados de diferentes colores y dibujos. Siempre me pongo un reto más, algo más complicado, y así me entretengo y me relajo, apunta este antequerano aficionado también a la grabación y edición de videos.

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