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Vanessa Melgar
Martes, 4 de agosto 2015, 00:26
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El intenso calor de este verano también pasará factura al cultivo de la vid en la comarca de Ronda. Y es que, como en la Axarquía, los viticultores de la Serranía adelantarán la vendimia para evitar que las altas temperaturas sigan estropeando el fruto y causando daños en las plantas por deshidratación. Tal y como indicó el presidente de la Asociación de Bodegueros y Viticultores de la Serranía de Ronda, también bodeguero, José María Losantos, habrá pérdidas (en la Axarquía, de hasta el 50%): «Iba todo muy bien hasta que empezó julio con este calor tan insoportable. Las plantas están sufriendo muchísimo, se está notando un deterioro ya importante, lo que va a traer consigo un adelanto de la vendimia, entre una semana y diez días, dependiendo de las variedades», argumentó Losantos, al frente de Bodega Doña Felisa-Chinchilla. «Aquí las pérdidas no van a ser tan elevadas como en la Axarquía», precisó, aunque especificó que aún es pronto para hablar de cifras.
Normalmente, la vendimia comienza en la comarca de Ronda entre finales de agosto y principios de septiembre. En esta campaña, la recogida se estima que se inicie a mediados de este mes. «Habrá que ver cómo afecta finalmente el calor a la producción total», comentó.
Todavía, el sector mantiene vivas algunas esperanzas y espera que la tónica, en cuando al tiempo, no sea la que hasta ahora ha imperado: «Esperemos que refresque en agosto», matizó Losantos.
Respecto a la calidad del fruto, en principio, se espera buena pero, igualmente, habrá que esperar para comprobarlo. «En principio, no se verá afectada, pero también hay que esperar para confirmarlo», dijo.
Imperan las tintas
Las comarcas de la Axarquía y de Ronda, como zonas vitivinicultoras, son muy diferentes. En la rondeña, las plantas son jóvenes y en el 95%, los viñedos responden a variedades de uvas tintas. «Se hace también algo de rosado y de blanco. El 95% de lo plantado es tinto, aunque los ciclos de las plantas son diferentes», comentó Losantos, destacando los tintos como la estrella.
La superficie dedicada a este cultivo ha ido incrementándose en la zona, sobre todo con su recuperación, desde la década de los ochenta y tras la histórica incidencia de la filoxera, hasta alcanzar casi las 300 hectáreas. El año pasado se obtuvieron unos 800.000 kilos de uvas por parte de las más de 20 bodegas que operan en la comarca. Ésta cuenta con su propia Ruta del Vino de Ronda certificada por la Asociación Española de Ciudades del Vino.
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