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María José Campanario, pasando un día de playa en Málaga. :: gtres
Campanario: ¿síndrome de Estocolmo?

Campanario: ¿síndrome de Estocolmo?

La mujer de Jesulín está obsesionada con imitar a la Esteban, según Kiko Hernández. «Mi hija no es un títere de Belén», desmiente su madre

ARANTZA FURUNDARENA

Lunes, 21 de agosto 2017, 00:34

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La presunta transformación de María José Campanario en Belén Esteban se antoja más escalofriante que La Metamorfosis de Kafka. Que alguien desee asemejarse a la Esteban ya de por sí revela cierto desorden mental. A menos que lo que quiera es parecerse en el sueldo... Kiko Hernández ha asegurado en 'Sálvame' que Campanario lleva años obsesionada con la 'ex' de su marido, recopilando en cajas de zapatos recortes sobre su vida y milagros. La noticia podría ser una serpiente de verano, un culebrón, si no tuviera tintes de 'thriller'. La madre de Campanario, como Sabina, lo niega todo.

Lleva María José un 'annus horribilis'. Durante la primavera ingresó en dos ocasiones en una clínica de Jerez por los fuertes dolores que le causaba la fibromialgia que sufre desde hace años. «He llorado mucho, he estado muy hundida, he llegado a no poder levantarme de la cama, a sentirme inútil, a no soportar el dolor... Pero lucho cada día y sonrío con optimismo para que esta enfermedad no pueda con mi vida», confesaba.

Sin embargo, su dolencia se ha agravado este verano. El 10 de julio tuvieron que volver a internarla en un centro médico. Solo que esta vez se trataba de El Seranil, un hospital psiquiátrico de la provincia de Málaga especializado en depresión, ansiedad, adicciones, esquizofrenia y trastorno bipolar. Durante semanas, según su entorno, María José permaneció aislada y todo apuntaba a que el nuevo tratamiento estaba dando resultado... Hasta que se produjo su primera aparición pública.

Las alarmas saltaron cuando se tiñó de rubia y se plantó una coletaGuardaría en cajas de zapatos «recortes de todo lo publicado sobre Belén»

La contemplación de una Campanario teñida de rubia y con el pelo tirante, recogido en una alta coleta, descolocó a más de uno. De la mano de Jesulín, la odontóloga caminaba sonriente pero vacilante, tal vez sedada. Sin embargo, lo realmente llamativo era su nuevo 'look' capilar, que parecía clonado del estilo inconfundible y un punto desafiante de Belén Esteban. ¿Tiene sentido que María José, de 38 años, desee imitar en algo a su peor enemiga, de 43? ¿Que sienta algún tipo de admiración por la mujer que intentó secuestrar su felicidad pregonando por los platós que Jesulín le era infiel? ¿Por la despechada 'ex' que lleva años deshebrando la interminable madeja de su revancha? ¿A ver si va a ser que la verdadera enfermedad de la 'Campa' es el síndrome de Estocolmo?

Expresiones adoptadas

Kiko Hernández está convencido de ello. Según su versión, basada en el testimonio de «fuentes muy cercanas al matrimonio Janeiro», la mujer de Jesulín llevaría almacenando cajas de zapatos desde hace casi una década. La adicción al calzado de marca es un trastorno relativamente común entre las famosas. Lo han padecido desde Imelda Marcos a Sarah Jessica Parker. El problema de María José es que dentro de esas cajas no habría 'Manolos' sino 'Belenes'... En palabras de Hernández, «recortes de todo lo que se ha publicado sobre Belén desde que se dio a conocer». La Esteban, al saberlo, se ha quedado entre sorprendida y aterrada... «Cuando se habla de obsesión da un poco de miedo», ha dicho.

Y la cosa no queda ahí. María José incluso habría adoptado, según Kiko Hernández, algunas expresiones típicas de Belén, como «Yo por mi hija mato» o «Hasta luego Mari Carmen». Disgustada por cómo han llegado a caricaturizar a su hija, Remedios Torres, la madre de la Campanario se ha visto obligada a intervenir desmintiendo rotundamente esa versión y asegurando que María José está enferma, pero no es un títere de Belén Esteban. Es que si lo fuera a quien tendrían que internar es a Jesulín, que, por cierto, ya ha sufrido un vahído en una plaza... Bastante tiene el torero con no haber podido quitarse nunca de encima a la original como para tener una copia en casa.

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