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Félix Martín Rojas, segundo por la derecha, con María Herrero, Rosa Aguilar, Juan Espadas, Judith Price y Manuel Toledo, en Madrid en el acto de la Academia de San Fernando.
Puertas cerradas y abiertas
HORIZONTES CERCANOS

Puertas cerradas y abiertas

PEDRO LUIS GÓMEZ

Domingo, 22 de enero 2017, 01:25

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Viendo el acto que Sevilla organizó en la histórica sede de la Academia de Bellas Artes de San Fernando para promocionar en Madrid con ocasión de Fitur el Año Murillo, que se desarrollará a lo largo de este 2017 y parte de 2018 con motivo del IV Centenario del nacimiento del gran pintor hispalense, la verdad es que más de un malagueño allí presente pensó que por qué nadie había caído en organizar algo parecido para poner en valor nuestra última y gran joya turístico-cultural, el Museo de Málaga. No es que Málaga no haya hecho actos en esta feria que hoy finaliza, que eso no lo discute nadie, pero queda la sensación de que ha faltado un gran acto en honor de la Aduana reconquistada. Porque la ausencia de promoción o de presentación ante España e Iberoamérica a través de ese gran escaparate que es Fitur del nuevo Museo de Málaga, inaugurado como aquel que dice hace tres días, ha sido tan comentado como evidente. El Museo de la Aduana, uno de los más grandes y más importantes de Andalucía, en un enclave espectacular, que además es gratis para los ciudadanos de la UE, es sin duda un nuevo gran atractivo de Málaga y de Andalucía y por tanto debería haber tenido su protagonismo en la convocatoria madrileña, pero apenas nadie se ha acordado de él, si acaso con un vídeo de segundos en un documental referido a las ocho provincias bajo el título de 'Andalucía, destino cultural'. ¿Y por qué ha sido? ¿Quién debía promocionarlo? Sin duda, la Consejería de Cultura de la Junta, que tiene su 'propiedad'. porque el Museo no es municipal ni nacional, sino de la Comunidad. No es de Turismo, sino de Cultura. O sea, que lo único que ha pasado, y así lo digo, es que unos por otros, la casa sin barrer y la Aduana, el nuevo espacio museístico de la capital de la Costa del Sol, se ha quedado sin un magno acto de presentación, que es lo que quien sea (o todos sumando) debería haber hecho. Pero no, sólo hubo una cita de pasada por parte de la consejera al museo en la presentación de la dotación cultural como reclamo turístico que Rosa Aguilar hizo en la sede del pabellón andaluz, pero el Museo de Málaga merecía una presentación acorde con su categoría que, desgraciadamente, no ha tenido en el foro turístico más importante de España, de donde, se supone, deben venir los principales y más numerosos 'clientes' del Palacio de Alcazabillas, que ha pasando sin pena y sin gloria por Fitur. Simplemente, una ocasión perdida. Y montar un acto como el que Sevilla hizo en San Fernando no cuesta tan caro. La consejera estuvo con el alcalde de aquella ciudad, Juan Espadas, en el mismo. Sólo había que proponérselo y que 'alguien' de Cultura se hubiera acordado de llamar al alcalde, al presidente de la Diputación y al consejero de Turismo y decir, «oye, que esto del Museo de Málaga se merece un trato especial en Fitur». Pues nada. Ocasión perdida. Puerta cerrada.

A quien le abrieron las puertas de La Zarzuela fue al pintor malagueño Antonio Montiel, recibido en audiencia el martes pasado por el Rey de España, quien va a realizar el retrato de don Felipe VI vestido con el uniforme de máximo jefe del Ejército de Tierra por encargo del jefe del Estado Mayor , Jaime Domínguez Buj.

Antonio Montiel, tiene ya el privilegio de haber pintado a dos reyes de España, don Juan Carlos y don Felipe, privilegio al alcance de pocos. El pintor malacitano se quedó más que sorprendido cuando el Rey le habló del especial afecto que su madre, la Reina doña Sofía, le tiene a un retrato que le hiciera Montiel hace años, y que figura en su despacho personal. Montiel también ha pintado a don Juan Carlos I, concretamente cuando el pintor hacía el servicio militar en Madrid, en 1984, que cuelga hoy en la sede de la Agrupación Logística Número 1 de la capital de España.

No anda mal de trabajo Antonio Montiel, porque a lo dicho hay que unir los encargos que se le han hecho en recientes fechas: por ejemplo, la Universidad de Málaga le ha pedido que haga el retrato de la anterior rectora y actual consejera de Educación, Adelaida de la Calle, para la Galería de Rectores, y para junio ya está preparando una muestra antológica en Burgos, organizada por el Ayuntamiento de la ciudad castellana. Sin duda 2017 no ha comenzado mal para el malagueño, al que vimos también por Fitur muy ilusionado por todo lo referido.

Puertas abiertas. Jamal Satli Iglesias es un empresario de éxito. Máximo responsable de la potente cadena hotelera BlueBay, este asturiano de nacimiento y malagueño de adopción (reside en Málaga y sus hijos nacieron en el Materno Infantil, hospital del que guarda un excepcional recuerdo y más concretamente del doctor Juan Larracoechea), acaba de ser nombrado máximo responsable de turismo de los países del mundo árabe, y pese a sus múltiples obligaciones ha encontrado un hueco para una de las cosas que le hace más feliz, escribir. De su afición a la literatura, de su propia experiencia, de tener la suerte de conocer profundamente la cultura cristiana (por su madre, asturiana de pro) y la islámica (por su padre, arquitecto y empresario árabe), de unas profundas reflexiones ante la preocupación del momento en el que vivimos, es de donde ha surgido 'La puerta abierta', su segunda novela, aunque a todos los efectos se puede considerar la primera, ya que la anterior fue un pequeño ensayo cuando era aún muy joven. 'La puerta abierta' sale de un almuerzo en un restaurante de París junto a varios amigos que se alargó gracias a la conversación de los asistentes refiriéndose a los temas más candentes de actualidad: «Fue una tertulia súper agradable y enriquecedora, en la que tratamos temas muy serios, y al llegar a casa pensé que alargando un poco más la misma, con mis propias reflexiones, podía escribir una novela». Dicho y hecho, porque Jamal Satli Iglesias está acostumbrado a los retos y a superarlos. La Editorial Círculo Rojo ha sacado a la venta el libro cuyos beneficios de su venta, que está siendo «sorprendente» para su autor, serán destinados a fines sociales. «En el libro hablo de mi propia trayectoria profesional, de mis viajes, de temas de mucha actualidad, y expongo abiertamente mis reflexiones, mis experiencias personales sobre las relaciones de Oriente y Occidente, dos culturas que conozco a la perfección», añade. Precisamente ese conocimiento es lo que hace muy interesante esta novela, que aboga por el diálogo entre las culturas, y que demuestra con rotundidad que en la amistad y en las relaciones personales no hay barreras: «La solución al momento que vivimos está en la educación. Hay que educar a los niños desde muy pequeños en la concordia, en la paz y en el respeto, y de ahí todo lo demás ya vendrá rodado», señala en el pabellón 10 de Fitur, donde Satli Iglesias ha vivido una singular experiencia. «Hace unas horas llegó una joven y pidió verme, cuando le preguntaron que si era por un tema profesional relacionado con el turismo o con el mundo hotelero, ella respondió que no, que se había enterado que yo estaba en Fitur y que quería que le dedicara el libro. No le voy a ocultar que me produjo una gran felicidad, para qué negarlo», señala con una sonrisa de oreja a oreja, plenamente satisfecho, mientras ultima los detalles para su desembarco hotelero en la capital malagueña: «Me siento de Málaga y Málaga está de moda. BlueBay tiene que abrir un hotel en el centro de la ciudad malagueña», señaló, mientras firmaba libros, claro...

Puertas abiertas a la vida. Que sean todos felices, lo más que puedan, y que servidor lo vea.

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